Casi a la mitad, en concreto un 44%, se han reducido las quejas por molestias provocadas por las peñas en las fiestas patronales de Sant Pasqual, que acabaron el domingo, respecto al mismo periodo del año anterior.

Así se desprende de los datos facilitados ayer por el comisario de la Policía Local de Vila-real, Domingo Adán, quien compareció junto al concejal de Fiestas, Diego Vila, y el presidente de la Junta de Festes, José Pascual Colás, para hacer una valoración del transcurso de los festejos.

De esta forma, mientras en mayo del 2018 el cuerpo de seguridad municipal contabilizó un total de 50 incidencias, causadas por los usuarios de casals repartidos por la ciudad, en esta ocasión la cifra se ha reducido y solo han sido 28 reclamaciones.

Unos datos que, como indicó Domingo Adán, han derivado en unas celebraciones «anómalas» en cuanto al nivel de tranquilidad de las mismas, lo que calificó de «muy positivo». En este sentido, explicó: «Cuando se nos ha llamado, al primer requerimiento las peñas se han comportado, por lo que no hemos tenido que volver de forma reiterada».

Tanto para el edil Vila, así como para Colás, para lograr esta bajada de las quejas ha contribuido la creación e inicio de contactos con las entidades implicadas de la comisión en favor de la convivencia de las peñas y los ciudadanos. «Esta ha sido la prueba de fuego de este comité recientemente constituido», dijo Vila.

Por contra, y como consecuencia del aumento de los controles, se han incrementado las denuncias por conducir bajo los efectos del alcohol y/o las drogas, que han pasado de las cuatro de mayo del 2018 a las seis registradas en las últimas fiestas. Y otro dato positivo lo aporta la cifra de intervenciones de los agentes de la Policía Local en situaciones de alteración de la seguridad colectiva, apartado que se cerró con solo cuatro denuncias, ocho menos que en la programación de las patronales del pasado año.