Los operarios de la empresa contratada por el Ayuntamiento de Vila-real, a través de la Concejalía de Servicios Públicos, iniciaron los trabajos de las catas que, en principio, tienen que dar con el motivo por el que salta la trapa del alcantarillado en el cruce de la calle Ermita con Calvari-Comte de Ribagorça, incluso con lluvias de 10 litros por metro cuadrado en una hora, cantidad que, como indicó en su día el edil del área, Francisco Valverde, no debe ser motivo para generar problemas en el alcantarillado de este zona del casco urbano.

Según pudo comprobar in situ este rotativo, desde el inicio de las labores se comprobó que existe un estancamiento de aguas fecales que, según indican fuentes del consistorio, «no tendría porqué existir, a no ser que haya alguna obstrucción de la red de alcantarillado en este punto».

En cualquier caso, el concejal Valverde insiste en que, «por el momento, y a falta de seguir con los trabajos de prospección, lo que sí que queda demostrado es que el alcantarillado está en perfecto estado de mantenimiento, por lo que hay que avanzar en las catas para poder determinar el origen de la problemática».

DOCUMENTO // El edil de Servicios Públicos indica que ya ha solicitado un informe a los técnicos municipales para que, en el más breve espacio de tiempo posible, evaluen qué es lo que provoca el desbordamiento de aguas fecales en este punto de la ciudad.

De hecho, en el caso de sea una obra realizada en el subsuelo por alguna empresa serán los servicios jurídicos municipales los que determinen si se pueden reclamar responsabilidades por las consecuencias de una acción que, por ahora, ha generado no solo molestias al vecindario sino que también ha supuesto un gasto extraordinario para el consistorio, por cuanto se han tenido que acometer de urgencia labores de limpieza con agua a presión.