Unos 120.000 euros es lo que prevén los técnicos municipales que le costará al Ayuntamiento de Vila-real la próxima revisión de los valores catastrales, reclamada de forma unánime por todos los grupos políticos con representación en el consistorio, y a la que debe dar el visto bueno el Ministerio de Hacienda.

La cifra la reveló ayer el alcalde, José Benlloch, quien explicó que el cálculo se realiza de forma aproximada, teniendo en cuenta los alrededor de 90.000 euros que salieron de las arcas municipales para afrontar su participación en la elaboración de la ponencia redactada en el 2005 y que empezó a aplicarse en el ejercicio 2006.

«El Ayuntamiento tiene que preparar una mejor estructura en la oficina del catastro que depende del consistorio, con más personal y ampliando horarios a la tarde para poder responder a las dudas de los ciudadanos; y eso lo tienen que pagar a partes iguales el municipio y el Ministerio de Hacienda», explicó.

PLAZOS // Con todo, y pese a que Benlloch afirmó que el lunes se remitirá a la Dirección General del Catastro el inicio del expediente para exigir la revisión de los valores de las más de 36.000 unidades urbanas existentes en la ciudad, este aseguró que «por más rápido que se vaya en este tema, la nueva ponencias no estaría antes de finales del 2019».

El jueves, en junta de portavoces, tanto el PSPV como Compromís, PP y Ciudadanos mostraron una postura unánime al respecto, rechazando la propuesta que le transmitieron a Benlloch los responsables del catastro, en el sentido de aplicar reducciones correctoras de hasta el 20% para no iniciar una revisión de valores. «La anterior tasación, que se hizo en el mandato del PP, es brutal y afecta a los impuestos que han pagado los vecinos durante años», aseveró el alcalde, quien añadió que «en aquel momento (2005) fueron muchos los ciudadanos que presentaron alegaciones, con las que el PP fue insensible e incluso prepotente». E insistió en que «los actuales valores catastrales están muy por encima del precio de mercado».