La cultura china invadió ayer la plaza Major de Vila-real para festejar la entrada del año nuevo del país asiático. El recién estrenado ciclo temporal se dedica en esta ocasión al cerdo, un animal asociado a la abundancia y la fertilidad, cerrando el protagonizado por el perro, alegre, pero también conformista. Es un periodo de transición, según el horóscopo al que rinden culto. De cambios para afrontar una renovada etapa espiritual.

Los actos en la ciudad sirvieron para convertir el centro urbano en un crisol representativo del mundo oriental, con rituales vistosos y coloridos con la participación de emigrantes chinos y gente identificada con su filosofía y forma de actuar.

La celebración contó con el impulso de la Associació Esportiva Cultural i Arts Marcials de Vila-real, con la presencia de una treintena de alumnos de la Escuela de Kung-Fu Tradicional. Ellos fueron quienes brindaron los momentos más espectaculares, con la escenificación de la danza del dragón y la exhibición del ritual del león «para dar suerte y bendecir a las personas, deseando riqueza y aportando alegría», tal y como explicó el responsable de la organización de las actividades, Rubén Solera.

Durante casi una hora, los integrantes de la entidad mostraron exóticas indumentarias que se enfundaron para disfrutar de esta tradicional cita, en la que no faltó la llamativa demostración de artes marciales de los deportistas, niños y adultos.

Metas para el futuro

De nuevo, este año no se llevó a cabo el pasacalle y las actuaciones se concentraron en la plaza Major. Solera anunció que trabajan con la recientemente creada Asociación Cultural China en Castellón para recuperar el desfile. «Participamos en las propuestas que se realizaron en la capital de la provincia el pasado sábado y hoy lo haremos en València, en un evento multitudinario y muy intenso. Esperamos que en un futuro próximo podamos recorrer de nuevo las calles de Vila-real», dijo.