La Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio apuesta por conectar la futura ronda suroeste de Vila-real con la N-340, a la altura del camino Assagador --a escasos metros de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV)-- con una rotonda de unos 60 metros de diámetro.

Así se lo hizo llegar ayer el director general de Obras Públicas, Transporte y Movilidad, Carlos Domingo, al concejal de Territorio, Emilio Obiol, a quien el responsable autonómico presentó la solución prevista por la Generalitat para esta intersección.

La propuesta permitiría solucionar una conexión entre ambas vías que no contemplaba el proyecto anterior, por cuanto el final de la circunvalación, que arrancaba en la carretera de Onda, se ubicaba en el cruce de los caminos Les Voltes y Assagador, a unos 700 metros de la N-340.

Con todo, y pese a adjudicarse la ejecución del proyecto de ronda suroeste incompleta por un importe de 5,6 millones de euros en junio del 2008, la entrada de la empresa constructora Midascon en concurso de acreedores paralizó los escasos movimientos realizados hasta el momento en cuando a la obra --que se limitaron al arrancado de los árboles de los huertos expropiados--, que ya no llegaron a retomarse.

Y es que, en aquel momento, el proyecto elaborado por la Generalitat en enero del 2006 dejaba para una «próxima construcción» el enlace con la vía estatal que, posteriormente, se ligó al desarrollo de Espai Vila-real, lo que se anunció como el mayor parque empresarial y comercial de la Comunitat Valenciana, con un millón de metros cuadrados, y que no ha llegado a fructificar.

Obiol reiteró ayer a Mediterráneo que «es la Generalitat quien tiene la responsabilidad de acometer la ronda y de acordar con el Ministerio de Fomento una solución a esta injusticia con Vila-real». De hecho, Domingo anunció ayer que se ha solicitado una reunión con el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Manuel Niño, para llegar a un pacto.