Primera salva en la plaza Bayarri. Disparos al cielo para conmemorar, 310 años después, uno de los episodios más tristes de la historia de Vila-real, cuando el 12 de enero de 1706 253 vecinos murieron en el saqueo y quema de la ciudad --afín a la causa austracista-- por parte las tropas borbónicas.

Más salvas por parte de los Miquelets del Regne de València en la plaza Major. La procesión cívica organizada por Socarrats y Acció Cultural del País Valencià con la colaboración del Ayuntamiento llega al centro del municipio.

El presidente de Socarrats, Fermí Font, apunta que “durante la guerra de Sucesión, la Crema de Vila-real fue un hecho decisivo, pues fue la primera ciudad arrasada y supuso un aviso para el resto de plazas partidarias de Carlos de Austria. La quema de Xàtiva poco después lo confirma, y es una lástima que un hecho tan decisivo sea desconocido para muchos”. Por ello, desde hace 22 años, Socarrats organiza este acto anual por la memoria.

La comitiva llega a la Torre Motxa, donde se realiza una ofrenda floral y se cierra el acto con los discursos institucionales. Font concluye que “hay que decir claramente que la quema y la derrota supusieron “el inicio de un importante declive, no solo para Vila-real sino también para todos los valencianos, cuya lengua y cultura fueron perseguidos”. H