Llevan más de 20 años demostrando, día a día y semana tras semana, que las diferencias no solo unen a las personas sino que, a su vez, las hacen más fuertes y solidarias, tejiendo una sociedad más igualitaria y respetuosa con todo el mundo.

Cruz Roja Vila-real ya cuenta por décadas su labor de ayuda y acompañamiento en la ciudad, a la vez que de puesta en marcha de numerosos programas cuyo objetivo fundamental es fomentar la empatía y la autoestima, así como impulsar acciones para que sus usuarios se sientan cada vez con más capacidad de autonomía personal.

Y a uno de esos programas se le puso punto final ayer, para retomarlo con mayor fuerza el próximo mes de octubre. Se trata del proyecto de ocio y tiempo libre que, bajo la denominación Somos uno, atiende a unos 24 usuarios que, pese a su discapacidad psíquica, demuestran en cada momento que son parte de una sociedad en la que quieren verse queridos y tratados como verdaderos iguales.

Las instalaciones de Terra Natura fueron el lugar elegido para dar por finalizado un nuevo periodo de actividades, en las que cada fin de semana, una media de 10 voluntarios les apoyan en el desarrollo de iniciativas tan habituales como ir a la discoteca, dar largas caminatas hasta la ermita de la Mare de Déu de Gràcia o por la Vía Verde que une Benicàssim con Orpesa, divertirse en Port Aventura o participar activamente en las cenas de pa i porta para los vecinos que organiza la Concejalía de Participación Ciudadana durante las fiestas patronales.

«La respuesta de los usuarios a las actividades que se programan es siempre muy buena. Y es que de lo que se trata es de intentar facilitar su autonomía y que sean capaces de relacionarse con cualquier otra persona», explica Tatiana Jiménez, responsable del programa de ocio y tiempo libre.

Días atrás celebraron el final de curso con un ágape festivo y ayer dejaron rienda suelta a su ganas de divertirse con la visita al parque de Terra Natura, con disfrute incluido de los juegos acuáticos del recinto.