El portavoz del equipo de gobierno de Vila-real, Javier Serralvo, salió ayer al paso de las críticas del portavoz de Cs, Domingo Vicent, quien calificó de «electoralistas» las obras que se están desarrollando en la actualidad en distintos puntos de la localidad. «No son obras de última hora ni electoralistas, como afirman, ya que llevamos ocho años trabajando para mejorar la ciudad», aseveró Serralvo, quien lamentó «el desconocimiento del funcionamiento de la Administración local que tienen los representantes de Ciudadanos, después de cuatro años en la corporación municipal».

En cualquier caso, el portavoz del ejecutivo local agradeció que, «a la vez que nos critican, publicitan el trabajo que hacemos». E insistió en que «la ley de contratación que aprobó Rajoy con la complicidad de Ciudadanos ha dificultado mucho la gestión de los proyectos, que se han acumulado y ahora están en marcha».

ACUSACIÓN // Además, destacó que «el hecho de que Cs pueda llegar a gobernar es preocupante, ya que o bien no se enterarán de nada y actuarán por ignorancia o harán como el PP, saltarse la ley y los técnicos a la torera».

Serralvo aprovechó para repasar actuaciones llevadas a cabo en los últimos cuatro años, «como la remodelación del jardín del Mestre Vidal; la de la Glorieta, incluyendo mejoras de accesibilidad; las aceras nuevas en la calle Crist de la Penitència; la semipeatonalización de la calle Infants; las jardineras con bancos en la plaza Major; el asfaltado de las calles València, Sant Joan Bosco, Pius XII y Alemanya; la puesta a punto de caminos rurales cada año; la adecuación del jardín de Riu Anna; las aceras de Rei en Jaume, Vázquez de Mella, Martí de Viciana, Mare de Déu dels Àngels y muchas otras, a las que se suman los pasos accesibles de las calles Calvario, Avenida de Castellón, Francisco Tárrega, Ausiàs March y Torrehermosa».

Por último, el edil socialista recriminó al PP de Héctor Folgado, que «mientan descaradamente» y que «hayan aprovechado la desgracia de unas personas a las que su empresa no les pagaba su salario --las limpiadores de Limpiezas Raspeig--, para enviar WhatsApp a los grupos de padres y madres de los colegios e institutos para decir que la culpa era de la Conselleria, que el Ayuntamiento no estaba haciendo nada y que ellos se ofrecían para solucionarlo».