El Ayuntamiento de Vila-real recibió la semana pasada el informe técnico del servicio provincial de plagas con los consejos para la gestión de los mosquitos tigre.

La concejala de Sanidad, Silvia Gómez, aseguró que “ahora la empresa encargada de los tratamientos podrá incorporar estas recomendaciones a las actuaciones que estaba llevando a cabo desde hace mes y medio” en más de 4.000 imbornales y espacios públicos de la localidad.

Pese a que agradeció la “colaboración” del diputado provincial de Medio Ambiente, Mario García, Gómez atribuyó a las reivindicaciones del alcalde de Vila-real, José Benlloch, la puesta en marcha de la oficina supramunicipal que debe garantizar la coordinación de todos los municipios en la lucha contra estos insectos.

En paralelo, el PP pidió que la ordenanza antimosquitos que el equipo de gobierno llevará al pleno de la semana próxima incluya “una línea de subvenciones que ayude a las empresas a sufragar la inversiones que deberán realizar para adaptarse a la norma”.

La edila popular Marisa Mezquita hizo extensible esta petición de ayudas económicas a los vecinos que tengan que adaptar sus parcelas a la normativa. Y es que, según Mezquita, “los socialistas están haciendo una ordenanza que parece culpar al ciudadano de que haya mosquitos”. H