Los técnicos del Consorcio del paraje protegido de la desembocadura del Millars --integrado por los ayuntamientos de Almassora, Burriana y Vila-real, además de la Generalitat valenciana y la Diputación de Castellón-- trabajan en estos momentos en realizar un informe para conocer el alcance “real” de la sobrepoblación de jabalís en este espacio natural.

Un exceso de ejemplares que se está haciendo notar fuera de los límites del cauce del río, por cuanto los animales se adentran en huertos y caminos, en los últimos días y de manera especial en la zona de l’Horta, donde han sido avistados por conductores y viandantes, incluso en grupos.

De hecho, la mayor presencia de jabalís en puntos cercanos a la carretera de Vila-real a Burriana y del Hospital de la Plana ha causado cierto revuelo, fundamentalmente, en las redes sociales.

A este respecto, el alcalde de Vila-real y actual presidente del consorcio, José Benlloch, ha explicado a Mediterráneo que, “después de que los forestales elaboren el informe que están realizando sobre la presencia masiva de estos animales, se estudiarán las medidas a tomar y se solicitará a la Generalitat la autorización que se requiere para capturar ejemplares, si finalmente es necesario llegar a hacerlo”.

Una intervención basada fundamentalmente en trampas que deberá realizarse antes de la época de nidificación de aves, para que cualquier medida a tomar no interfiera en el proceso de puesta de huevos y crianza de los polluelos de las diferentes especies que se reproducen en el Millars.

A ello se suma que la Administración autonómica no otorga autorizaciones para realizar batidas en estos espacios, tanto por su repercusión en el medio ambiente como por garantizar la seguridad de los usuarios, del área protegida y también de su entorno, incluidos los huertos.

Aun así, Benlloch destaca que los jabalís no atacan, en general, sino que “intentan siempre escapar del hombre”. Y califica de “puntual” la mayor presencia de estos mamíferos, “cuyo medio natural es el monte pero que, en esta época del año, suelen venir a cotas más bajas, tanto huyendo de las batidas que se realizan en el como en busca de la comida que la nieve dificulta encontrar. H