Una tamborada que reunió a más de 500 personas de toda la provincia dio inicio a un intenso fin de semana en el que Vila-real es el epicentro de los actos que la diócesis de Segorbe-Castellón realiza para anunciar la Semana Santa en la provincia.

El acto, que partió a las 18.00 horas de la plaza de Sant Pasqual, inundó la ciudad de ruido al ritmo de los toques de las agrupaciones de bombos y tambores de una quincena de municipios de la provincia, entre ellos de Vila-real, Castellón, la Vall d’Uixó, Moncofa, Tales, Almenara, Burriana, Benicàssim, Peñíscola, les Alqueries, Alcalà de Xivert y Sant Mateu. Además, en esta ocasión también acudió una agrupación de Montcada (Valencia).

Desde la basílica del patrón, y con cada agrupación entonando su propio toque, la comitiva se desplazó hasta la plaza Major en un recorrido por las calles céntricas, donde tras el final de los ritmos propios de cada pueblo se entonó el habitual toque provincial, que como explicó la responsable de la Agrupación de Bombos y Tambores de Vila-real, Carmina Gurillo, “une a todas las asociaciones de la diócesis”.

Acabado el acto, el Ayuntamiento de Vila-real realizó un regalo en forma de campana a los miembros de todas las agrupaciones, y la entidad musical local patrocinó una merienda popular.

PROCESIÓN // La tamborada precedió al acto central del fin de semana, la Procesión Diocesana que partirá a las 18.00 horas desde la capilla del Cristo del Hospital, y que tendrá como elemento característico el hecho de que la imagen del copatrón de Vila-real, que no sale del templo que lleva su nombre desde el 2007, representará a todas las cofradías locales. H