Los dueños de los establecimientos hosteleros ubicados en la calle Pare Molina, conocidos popularmente como las tascas, acaban de iniciar una campaña de recogida de firmas encaminada a presentar ante el pleno del Ayuntamiento de Vila-real una iniciativa popular para impulsar la regulación de lo que se viene a denominar espacio de tradición gastronómica de la calle Pare Molina y adyacentes. Y para forzar la inclusión de esta propuesta en el orden del día de una sesión plenaria un requisito es contar con el apoyo del 10% de la población, lo que, según explican, se traduce en recopilar 5.058 firmas.

En cualquier caso, el inicio de la campaña no ha ido nada mal, ya que los restaurantes han conseguido reunir solo en el primer fin de semana un total de 1.118 apoyos, lo que supone algo más del 22% de los necesarios para presentar la iniciativa popular. A la hora de llevar a cabo esta acción, los hoteleros se basan en la ley 7/1985, de 2 de abril, reguladora de las bases del régimen local, en la que se establecen los criterios a seguir para hacer efectiva una iniciativa ciudadana.

Con todo, para que esta pueda ser debatida y votada por el pleno de la corporación municipal, previamente el secretario del consistorio debe emitir un informe de legalidad sobre la misma.

Los promotores se han marcado un plazo máximo de ocho meses para reunir las algo más de 5.000 firmas necesarias. En este sentido aseguran que «la tarea es dura, pero siempre es útil por cuanto, en el supuesto de que no se llegara a ese porcentaje, la iniciativa popular se podría reconvertir en propuesta de un grupo o partido político al pleno del Ayuntamiento con el aval de las firmas recogidas». En este caso, detallan, sería suficiente con alcanzar las 2.000 rúbricas.

PROCESO JUDICIAL // Por otra parte, los cuatro restauradores de la zona de las tascas y las dos autoridades --el alcalde, José Benlloch; y la edila de Seguridad Ciudadana, Silvia Gómez-- investigadas tras la querella presentada por un grupo de vecinos por presuntas molestias y venta de alcohol en la calle --algo que niegan rotundamente los hosteleros--, ya preparan los respectivos alegatos que explicarán al juez los próximos días 21 y 28 de noviembre.

Con la campaña que ahora acaba de empezar, los propietarios de las tascas quieren acelerar los trámites iniciados semanas atrás por el consistorio, con la constitución de una mesa técnica de la que debe salir una propuesta de ordenanza reguladora de este espacio de restauración que, en buena parte, aglutina la oferta de tardeo en la ciudad de Vila-real.

De hecho, son cientos los vecinos que disfrutan de esta posibilidad de ocio, de manera especial los viernes y sábados, entre las 19.00 y las 22.00 horas. Este último es, precisamente, el límite horario que se propugna desde el consistorio, si bien los establecimientos apuestan por poder alargar la actividad del tardeo en plena calle hasta las 23.30 horas. Posición que no apoyan los vecinos que presentaron en mayo la querella criminal por las molestias que, dicen, les representa.