Las dos zonas de pinar ubicadas en el paraje natural del Termet fueron ayer, como también ocurrió durante el domingo, el espacio de referencia para cientos de vecinos de Vila-real, así como de otros municipios del entorno, a la hora de disfrutar de la festividad del Lunes de Pascua.

Desde media mañana se sucedió la llegada de familias al completo que, poco a poco, ocuparon las mesas y los asientos de ambas pinadas para prepararse para la comida y, posteriormente, disfrutar de la merienda, en la que la tradicional mona --especialmente la rellena de chocolate-- fue la auténtica protagonista.

Asimismo, numerosas personas aprovecharon su estancia en el paraje del Termet para visitar la ermita de la Mare de Déu de Gràcia o para pasear por toda o parte de la senda botánica, que discurre desde el Passeig Botènich Calduch hasta el puente de la zona de Santa Quitèria.

Y es que este paraje se convierte --a partir de ahora, con la llegada de una mejor meteorología y una mayor duración del día-- en el lugar elegido por numerosos vila-realenses para pasar los fines de semana en compañía de amigos y familiares. No en vano, la celebración de cumpleaños ya es todo un clásico, especialmente en el pinar existente en el margen izquierdo del acceso, al contar con zona de juegos.