La Casa dels Mundina acogió, ayer, la presentación del Voluntariat Lingüístic, una iniciativa promovida por Escola Valenciana y el Ayuntamiento de Vila-real, junto a la Associació Cultural Socarrats, para facilitar a personas llegadas de otras comunidades españolas o de otros países del mundo el aprendizaje práctico del valenciano.

El éxito de este proyecto en Vila-real viene dado por el incremento de parejas lingüísticas que se han surgido en esta ocasión, un total de 32, lo que supone un notable incremento respecto a las algo más de 20 de la edición del pasado año.

Ciudadanos en su mayoría españoles pero también de diversos países de Europa, el norte de África o Suramérica dan forma al colectivo de aprenents que, durante tres meses y a razón de una sesión de una hora a la semana, practicarán el uso del valenciano junto con los voluntarios nativos que han decidido sumarse a este peculiar proyecto «para ayudar a otras personas a romper el hielo y perder la vergüenza que, en ocasiones, se da a la hora de poner en práctica nuestro idioma», asegura Anna Asensio, vocal de Socarrats.

Entre los aprendices dominan las mujeres y muchos de ellos han participado en los cursos para nouvinguts que se organizan desde el área de Normalització Lingüística. «Cada vez hay más gente que quiere comunicarse en el valenciano, como lengua que mayoritariamente se usa en Vila-real, y conocer nuestra cultura», destaca Asensio.