«Evidentemente, estamos en otro momento». Con esta frase abre el alcalde de Vila-real, José Benlloch, la posibilidad de recalificar los terrenos de Espai Vila-real, una vez que el Gobierno ha decidido que la estación intermodal se construirá en Castellón.

Se cierra una puerta, pero se abren otras, y el consistorio quiere estar preparado para no desaprovecharlas. Es por ello que Benlloch tiene previsto reunirse en las próximas semanas con los dueños del millón de metros cuadrados que tiene este Plan de Actuación Integrada (PAI) para saber «qué opciones barajan para su propiedad, e informarles de las posibilidades actuales».

El primer edil se muestra dispuesto a modificar los usos del suelo si fuera necesario, y a «cambiar los términos del programa, siempre que haya expectativas por parte de los dueños». Lo que descarta la corporación municipal es el gran centro comercial que proyectó el año 2007 el equipo de gobierno popular, liderado por Juan José Rubert. Aquel plan incluía, entre otras cuestiones, el desembarco de la multinacional sueca Ikea en la localidad.

CORREDOR MEDITERRÁNEO

Una de las opciones que coge fuerza en estos momentos es la de convertir estos terrenos, situados frente a Porcelanosa, en un nudo logístico vinculado a la construcción del tercer hilo del corredor mediterráneo, infraestructura que demanda no solo el Consell sino la mayor parte del empresariado valenciano. «Somos conscientes de que si esto tira adelante se necesitarán puntos de acumulación temporal de mercancías, y creemos que estos terrenos son perfectos para ello, pues están situados en el corazón de una comarca, la Plana Baixa, eminentemente industrial», explica.

Pese a que esta idea estará sobre la mesa en el encuentro entre el Ayuntamiento y los propietarios, Benlloch está convencido de que esta cuestión puede ser «compatible» con otras propuestas vinculadas a la instalación de nuevas industrias o de proyectos relacionados con el servicio y el comercio que se puedan negociar en los próximos meses. Eso sí, el alcalde quiere iniciar la nueva fase que se abre trazando «una hoja de ruta compartida» con los dueños.