El fin de año volvió a adelantarse ayer en Vila-real para ofrecer la posibilidad a los más pequeños y a cuantas personas quisieron sumarse a participar en el particular «simulacro» de campanas organizado en Nadalàndia, en el que de nuevo se sustituyeron las tradicionales uvas por un producto autóctono, las naranjas.

Por segundo año consecutivo, la actividad en esta feria de talleres y atracciones dirigida a los vecinos más jóvenes interrumpió su programación en la recta final de la tarde, para repartir entre los asistentes 12 gajos de nuestra fruta más representativa.

Algunos con más dificultades que otros, tuvieron la oportunidad de endulzar con algo más de 24 horas de antelación la llegada del 2018, en un ambiente festivo que generó expectación entre los participantes en un día que incluyó, además de las actividades previstas en Esportlàndia, Divertilàndia, Dibulàndia, Creatilàndia y Naturlàndia, la representación de uno de los clásicos literarios valencianos más internacionales: Tirant lo Blanc.

Los niños que asistieron a la actuación tuvieron la oportunidad de «conocer las grandes gestas que elevaron a la gloria a un caballero tan nuestro», destacó el concejal de Normalización Lingüística, Santi Cortells.

Como en las jornadas previas, las 21 asociaciones que participan en Nadalàndia tuvieron la oportunidad de llenar de propuestas de ocio la jornada.