Decenas de entidades socio-religiosas y numerosos vecinos de Vila-real se sumaron ayer a las celebraciones con las que el Ayuntamiento, desde la Concejalía de Tradiciones, rememora la festividad de la Inmaculada Concepción honrando a la imagen de la Puríssima del Poble que, por unos días, sale de su casa en el Museu del Pouet del Sant para tomar parte en los actos que se desarrollan en su honor.

A las 10.00 horas inició la escultura religiosa su recorrido desde la capilla del Cristo del Hospital (donde ha permanecido durante casi toda la semana) hasta la iglesia arciprestal, donde tuvo lugar la misa en su honor. Con todo, a medio camino hizo parada en la plaza Major, donde a las puertas del ayuntamiento le esperaba la corporación municipal, encabezada por el alcalde, José Benlloch; y el edil de Tradiciones, Santi Cortells, acompañada por la reina de las fiestas, Cristina Pesudo, y numerosas purisimeras.

Portada por representantes de diversas entidades --como Lluïsos, las Hijas de María Inmaculada o las Hijas de María del Rosario--, así como por quienes trasladan las imágenes de la Mare de Déu de Gràcia o de Sant Pasqual en sus festejos patronales, la Puríssima del Poble desfiló en la procesión claustral por el interior del primer templo vila-realense para, posteriormente, regresar al Museu del Pouet del Sant.

TRADICIÓN // En cualquier caso, los actos de la jornada festiva se completaron con los que viene llevando a cabo la Congregación de Hijas de María Inmaculada y que, en la tarde de ayer, se centraron en la tradicional vestición de medallas por parte de las nuevas integrantes de la entidad.

El coro del Santo Ángel de la Vall d’Uixó puso la música y voces en la serenata a la Virgen.