El Ayuntamiento de Vila-real cierra la compra, a falta de firmar la documentación, de los seis primeros inmuebles que darán forma a la bolsa de viviendas sociales, que el equipo de gobierno, liderado por José Benlloch, decidió crear en su día y para el que en el presupuesto del 2019 asignaron 250.000 euros. Una cantidad económica que se incrementó en 35.000 euros --hasta llegar a 283.000--, en el último pleno ordinario del mandato, celebrado el lunes, con la finalidad de financiar al 100% estas adquisiciones.

A preguntas de Mediterráneo, el primer edil explica que la filosofía que basa la adquisición de estos pisos «prioriza los acuerdos que se puedan alcanzar con entidades con las que se colabora desde el consistorio y, a poder ser, sin ánimo de lucro».

De esta forma, cuatro inmuebles --tres viviendas y un bajo, susceptible de adaptarlo para que sea habitable, y ubicadas en la calle Sant Joan Bosco-- se compran a la Fundación Flors, de cuyo patronato también forma parte el Ayuntamiento. La decisión se ratificará el próximo martes.

Por otra parte, otra propiedad procede de Caixa Rural Vila-real. Se trata de la mayor de las que pasarán a ser municipales y se ubica en el barrio de Sant Ferran, en los alrededores del colegio Concepción Arenal. Y, por último, un último piso en pleno centro urbano, en el entorno de las calles peatonales, será la última de las adquisiciones de este año.

«La idea es que las viviendas, que servirán de puente a personas que pierden la suya por cualquier motivo y no tienen dónde ir hasta que encuentren un nuevo hogar, se distribuyan por distintas zona de la ciudad, con la finalidad de reubicar a las familias lo más próximo posible a su anterior residencia, de manera que, por ejemplo, los niños puedan seguir en el colegio al que van», explica el munícipe vila-realense.

Benlloch calcula que en un par de semanas estarán cerradas las operaciones de cinco de los inmuebles y reconoce que «el sexto costará un poco más, únicamente por una cuestión de trámites». Asimismo, indica que tres de los pisos «están prácticamente para poder entrar a vivir de forma inmediata, mientras que los otros dos requieren una pequeña reforma para hacerlos habitables con las condiciones más dignas».

En cuanto al bajo en la zona de la calle Sant Joan Bosco, el alcalde apunta que, inicialmente, plantean dos opciones: bien hacerlo habitable o, como alternativa, adecuarlo para convertirlo en una oficina de utilización pública, «con el objetivo de acercar servicios municipales a los barrios más periféricos de la ciudad».

11 propuestas para el Consell

El alcalde de Vila-real, José Benlloch, se muestra optimista sobre la puesta en marcha del Plan Municipal de Vivienda, en tanto en cuanto está a punto de cerrarse la compra de varios inmuebles por parte del Ayuntamiento. Y a esta operación, en la que el consistorio invertirá 285.000 euros, se sumará en las próximas semanas la compra de otros pisos y casas por parte de la Generalitat, para incrementar el parque público. En total, son 11 las ofertas de bancos y particulares que, en la actualidad, valora el Consell para su próxima adquisición.