La séptima edición de Vila-real en Dansa presenta algunas novedades en su programación, especialmente dirigidas a acercar este arte a los jóvenes y toma nuevos espacios no convencionales, como La Casa dels Mundina, «para que el público se sienta más próximo que nunca a la danza».

Así lo indicaron ayer el concejal de Cultura, Eduardo Pérez, y la directora del certamen, Pepa Cases, quienes invitaron a vecinos y visitantes a disfrutar del evento, del 8 al 10 de junio.

Con todo, uno de los objetivos clave de esta edición gira en torno a la importancia de los adolescentes. Las sesiones de Dansa als IES --que llegará al Miralcamp, Broch i Llop y Francesc Tàrrega los próximos jueves y viernes-- quiere acercar esta disciplina a este colectivo juvenil y estudiantil. «Si no van al festival, el festival va a ellos», aseguró Cases.

Asimismo, este año, Vila-real en Dansa toma la calle como un escenario muy importante y pone piezas breves de danza contemporánea a disposición de la ciudadanía. La directora artística puso especial énfasis en el papel de esta cita para «democratizar la danza y la cultura, que no son un lujo y deben llegar a todos».

Además, el evento acoge Simbiosi, un proyecto que «une el arte catalán y valenciano y ayuda a visibilizar el Festival de Dansa Breu». Y se mantienen iniciativas como la convivencia entre los artistas y los participantes o la jornada de Dansa en Família.