El último pleno ordinario de esta legislatura en el Ayuntamiento de Vila-real aprobó ayer, con la unanimidad de todos los grupos con representación municipal (PSPV-PSOE, Compromís, PP y Ciudadanos), el primer paquete de medidas surgido de la oficina puesta en marcha hace seis meses para impulsar la reindustrialización y la gestión del área residencial del Madrigal.

En este caso, la iniciativa tiene por objetivo facilitar la construcción de masets o viviendas unifamiliares a los propietarios de parcelas incluidas en el programa urbanístico pendiente de desarrollar. En concreto, la corporación dio su visto bueno a modificar una serie de artículos de las normas urbanísticas establecidas en el Plan General de Ordenación Urbana aprobado en 1993, todavía vigente y que, como explicó el concejal de Territorio, Emilio Obiol, «suponen trabas importantes para que los dueños edifiquen en sus terrenos».

Como indicó Obiol, se trata de suprimir «varios condicionantes negativos que se imponían desde el año 1993, con la finalidad de facilitar las cosas a quienes tienen interés en construir». De esta manera, eliminan la obligación de que las parcelas del área del Madrigal cumplan con el requisito de tener, al menos, 15 metros de fachada y 20 de profundidad, que con la modificación se reducen a 10 y 15 metros.

SUELO

Por otra parte, una vez entren en vigor los cambios en las normas urbanísticas aprobados ayer por el pleno de la corporación, también suprimirán las dificultades que el reglamento ponía para levantar casas en solares de más de 700 m2, que en la actualidad es la parcela mínima en la que permiten edificar.

Al respecto, Obiol explicó que ahora, en este tipo de terrenos, muchos de ellos con varios propietarios de una misma familia, «para construir hay que hacerlo todo englobado en una misma licencia». Y puso un ejemplo real, «un solar de 2.150 m2, en el que podrían levantarse tres masets, pero que tiene el problema de que solo cuenta con 16 metros de fachada, por lo que con las condiciones actuales únicamente podría construirse una vivienda».

De esta forma, la modificación del PGOU da vía libre a que en un recinto de grandes dimensiones «puedan hacerse tantos masets como parcelas de 700 m2 saldrían, que en el ejemplo expuesto serían tres, con la ventaja de que no sería estrictamente necesario que se levantaran al mismo tiempo, sino cuando sus diferentes dueños quieran o puedan».

«Se trata de restricciones pasadas de moda, que datan de hace más de 25 años, y que la nueva Ley Urbanística Valenciana facilita que se puedan modificar a estándares actuales», añadió Obiol.