El Ayuntamiento de Vila-real tiene un preacuerdo con la Sareb, también conocida como el banco malo, para conseguir al menos dos pisos con los que atender casos de emergencia social, como los desahucios, a cambio de eliminar la multa que pesa sobre un bloque de viviendas situado en la calle Ermita, frente a la plaza del Llaurador. Se da la circunstancia de que el consistorio dispondría de varios inmuebles originalmente pensados para familias de alto nivel adquisitivo, con piscina comunitaria incluida, para realojar a personas que sufren una situación de emergencia social.

El concejal de Urbanismo y Territorio, Emilio Obiol, explicó que el acuerdo permitirá al equipo de gobierno ampliar el parque público de viviendas, así como dar salida a la delicada situación en la que se encuentra una quincena de vecinos que pagó una entrada por sus inmuebles hace alrededor de 10 años, pero que nunca han podido utilizar.

Mientras tanto, la Sareb se ahorrará los 750.000 euros que contempla el expediente de disciplina urbanística por las irregularidades cometidas durante la construcción de una piscina comunitaria sobre la cubierta del inmueble. Entonces, los promotores obviaron que el edificio se encuentra protegido y eliminaron algunos objetos de valor histórico. La entente es clave para que los 76 pisos salgan a la venta.

Obiol aseguró que hay “buena predisposición por ambas partes”, pero que el pacto “aún no está maduro”. Hay cuestiones, como la finalización de algunos detalles de construcción que el primer promotor no acabó, que el consistorio quiere incluir en el convenio. Además, la cuantía del expediente supera con creces el valor de mercado de dos inmuebles, con lo que el consistorio podría negociar al alza. Pero también hay trabas, como la dificultad de negociar con la Sareb, que no siempre tiene interlocutores.

arreglo // El edil afirmó que “el equipo de gobierno ha hecho su trabajo, con la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que, de alguna forma, arregló un desastre urbanístico que dejó el PP”, y que ahora el acuerdo depende de la voluntad de esta entidad.

No obstante, se trata de un edificio al que desde la Sareb interesa dar salida, puesto que no solo le permitiría sacar a la venta las 70 viviendas que quedan por adjudicar, sino que también podría hacer negocio con las tres plantas de párking subterráneo y con una serie de locales comerciales.

La operación del Ayuntamiento va en la línea de buscar “soluciones creativas” para aumentar el parque público de viviendas, ya que los realojos por desahucios o casos de violencia de género se realizan ahora en hostales. H