El Ayuntamiento de Vila-real y una empresa castellonense especializada en espectáculos taurinos (Montauro) ultiman el montaje de una plaza de toros para, en lo posible, trasladar las actividades del bou al carrer a un espacio acotado, tal y como establece la normativa autonómica para poder llevar a cabo este tipo de festejos, respetando las directrices sanitarias para contener el avance del covid.

El concejal de Fiestas, Diego Vila, explica a Mediterráneo que la mercantil presentó por Registro una petición para poder montar la plaza en Vila-real, «y la normativa marca que el alcalde debe elevar a la Administración autonómica la voluntad de realizar actos taurinos en la ciudad». Un trámite que, aseguran, ya se ha efectuado y se está a la espera de la respuesta de la Generalitat valenciana.

En principio, y de conseguir los permisos necesarios, la idea es que el recinto se instale en el solar existente frente al jardín de Jaume I, que ejercía las funciones de párking público para el mercado ambulante de los sábados -en la parcela en la que hay un mural que representa una toga como crítica a la justicia patriarcal-, para ofrecer espectáculos los fines de semana --los sábados, por la mañana y por la tarde; y los domingos, solo en horario vespertino--, desde el próximo 26 de septiembre y hasta el 18 de octubre.

JORNADA ESPECIAL

Asimismo, Vila anuncia que «habrá un día dedicado a Vila-real, que será el 9 de octubre, coincidiendo con la fiesta de la Comunitat, en el que tendrán su protagonismo las peñas y entidades taurinas de la ciudad.

En este caso, el Ayuntamiento tendrá todas las entradas y las repartirá entre estas organizaciones y entre los vecinos en general, de manera que distribuirán en un espacio municipal hasta agotarse».

Vila avanza a este rotativo que la intención es que puedan celebrarse «concursos de emboladores, exhibición de vaquillas o de toros cerriles contando mayoritariamente con hierros de la provincia de Castellón o de otros puntos de la Comunitat». El concejal hace hincapié en que la plaza y la programación «contarán con todas las medidas» por lo que habrá «varias puertas para acceder y que, después, se usarán como salidas; se dispondrá de gel hidroalcohólico; el uso de la mascarilla será obligatorio; se contará con personal sanitario, tanto para atender a quienes participen en los espectáculos como para los espectadores; y en la permanencia, tanto en las gradas como en la zona baja del ruedo, se deberá guardar la distancia de seguridad». El aforo inicial será de 400 personas aunque se pedirá poder ampliarlo.