El Ayuntamiento de Vila-real desarrollará en el último trimestre del año un proyecto piloto, financiado al 100% por la empresa pública Reciplasa, que supondrá la implantación, por primera vez en las calles de la ciudad, del llamado contenedor marrón para la recogida selectiva de materia orgánica en una zona acotada del municipio. La finalidad, tal y como explicó ayer el alcalde, José Benlloch, es “buscar soluciones de futuro al problema de las basuras”. En este sentido, Benlloch manifestó que las dificultades surgidas en la planta de tratamiento de Onda han supuesto un encarecimiento “brutal” del coste de la gestión de los residuos urbanos en Vila-real, que ha pasado de los 2,6 millones de euros en el 2012 a los 3,2 millones que costará este año, “sin contar, además, con una tasa específica para cubrir este servicio, como sí ocurre en la mayoría de municipios”.

El munícipe apuntó que en el tema de los residuos es necesario “ir un paso más allá con proyectos innovadores” para dar una solución técnica y, al mismo, tiempo, potenciar la educación ciudadana “sobre el problema de presente y de futuro que representa la gestión de la basura”. “Ahora en los contenedores verdes se depositan muchos residuos más allá del material orgánico, se tira de todo y el trabajo de separar esos desechos para su reciclaje cuesta dinero”, recordó.

El primer edil explicó que “la ley 22/ 2011 establece que antes del 2020 ya es una obligación legal reciclar un 50% de la basura que se genera”, y siguiendo esa línea, el equipo de gobierno el programa piloto de recogida selectiva de biorresiduos que, con un coste estimado de 29.000 € a cargo de Reciplasa, se aplicará durante 12 semanas en la zona urbana delimitada entre las avenidas Mediterráneo, Francia, Francisco Tárrega y Grecia. “Se ha elegido esta zona porque allí viven principalmente familias con perfil joven, es una zona nueva de crecimiento de la ciudad y, además, creemos que la recogida de residuos se realizará más fácilmente en estas grandes avenidas”, explicó. En este polígono, se procederá a una redistribución de los depósitos actuales y la incorporación del marrón para recogida selectiva de materia orgánica. El programa repartirá entre los interesados en participar en la iniciativa las bolsas de basura biodegradables que deberán utilizarse. El proyecto contempla una campaña previa de información para los participantes. H