Tras un largo proceso de gestación de casi dos años, desde que se alcanzara un principio de acuerdo entre el Ayuntamiento de Vila-real y los religiosos carmelitas, el polideportivo que debe sustituir al pabellón Campió Llorens --que se derribó a mediados del 2016-- está más cerca de ser una realidad, después de que hayan arrancado los primeros trabajos de mediciones y excavación de los cimientos de un recinto que, de no surgir inconvenientes que demoren su ejecución, estará listo antes de final de año.

Y es que, después de contar con el preceptivo permiso de obras, el Villarreal CF --entidad que asume la inversión-- ha contratado la edificación de este espacio, que se ubica en los 3.000 m2 que los carmelitas han donado al municipio para que la ciudad vuelva a contar con el Campió Llorens.

CONTRAPRESTACIÓN

Como contraprestación a la donación del suelo, los alumnos del colegio concertado Virgen del Carmen, que gestiona esta orden religiosas, tendrán derecho al uso del pabellón en horario escolar.

El alcalde, José Benlloch, explica que la demora en iniciar la construcción se debe a que «todo este proceso ha sido muy complejo», en referencia de manera especial a la preparación de la documentación necesaria para efectuar la cesión de los terrenos y que, remarca, «ahora son plenamente del Ayuntamiento».

Además, el munícipe vila-realense destaca que el Villarreal CF invertirá en este proyecto unos 1,4 millones de euros (IVA incluido), «algo más de la cantidad inicialmente prevista, porque se han introducido una serie de mejoras que harán que este polideportivo sea espectacular».

El plazo de ejecución de las intervenciones se establece en nueve meses, por lo que las autoridades confían en que los deportistas puedan utilizar este recinto --cuyo lateral limita con la calle Serra d’Espaneguera y la entrada será por Serra d’Aitana-- en torno a noviembre o diciembre.