La concejala de Administración Local del Ayuntamiento de Vila-real, Anna Vicens, anunció ayer un plan especial de limpieza para las calles y plazas en las que existen moreras. Unos árboles que, al no podarse este año, están generando una importante suciedad al caer los frutos maduros directamente al pavimento, especialmente sobre los espacios que utilizan los peatones a diario.

De esta forma, Vicens indicó ayer que, a partir de la próxima semana, entrará en funcionamiento un servicio específico, que establece que una máquina adecente todas las tardes, de 15.00 a 18 horas, los espacios afectados por la caída de los frutos maduros de las moreras, que se concentran en parte de la calle Ermita --especialmente, desde la rotonda de las calles Monestir de la Valldigna y Monestir del Puig hasta El Termet--, así como la plazoleta de la parroquia y convento de los franciscanos, la avenida Europa y el tramo del paseo de la Séquia Major ubicado tras el colegio de la Consolación.

CRÍTICAS CIUDADANAS // La problemática de las moreras ha creado malestar entre la ciudadanía, básicamente entre los usuarios que utilizan los espacios afectados, quien critican esta situación y las molestias que la misma genera.

De hecho, la propia edila de Administración Local afirma entender estas críticas, a la vez que reconoce el problema, aunque matiza que este viene determinado porque «a causa del cambio de la Ley de Contratación no se pudo contratar antes el servicio de poda que, ahora, no puede realizarse en este tipo de árboles».

Por otra parte, Vicens informó que la puesta en marcha de la campaña Vila-real + neta». En especial, la edila se refiere al baldeo que se ha llevado a cabo y sigue realizándose y a la recogida de voluminosos, de manera que, en total, se realizaron 212 actuaciones en este sentido.