El Ayuntamiento de Vila-real avanza en el consenso de los grupos políticos municipales para sumar esfuerzos en las medidas de prevención sanitaria y, sobre todo, de reactivación financiera ante la crisis del coronavirus. En total, la cuantía económica que el equipo de gobierno ha puesto a disposición para llevar a cabo acciones fruto de la escucha activa y del acuerdo con la oposición ya asciende de momento a más de un millón de euros, con el que pretenden «caminar hacia el renacimiento de la ciudad», asegura el alcalde, José Benlloch.

La voluntad de diálogo de todas las formaciones se evidenció este martes con la propuesta del primer edil, como concejal de Hacienda, de poner a disposición del consenso de los partidos un total de 500.000 euros con la finalidad de implementar medidas de impulso económico y social, en la línea del pacto local por el renacimiento de Vila-real, lanzada por Benlloch. Esta cantidad procede de los ahorros en las partidas que el Ayuntamiento no ha utilizado como consecuencia de la alerta sanitaria y de otras que ahora se reorientan a la necesaria reactivación de la ciudad.

Otros 553.000 euros corresponden a medidas adoptadas en las últimas semanas por el equipo de gobierno teniendo en cuenta las aportaciones del resto de grupos, entre las que destacan propuestas de prevención, como los trabajos de desinfección o la compra de mascarillas para su reparto entre la población; y económicas, como la supresión de las tasas de ocupación de vía pública por terrazas, mercados y quioscos, con la que el consistorio dejará de ingresar 180.000 euros este año.

De hecho, respecto a este último trámite, la comisión de Hacienda aprobó por unanimidad elevar al pleno la propuesta del alcalde de eximir del pago de estos tributos con carácter retroactivo desde el 14 de marzo, fecha en la que entró en vigor el estado de alarma. La medida se aprobará en la próxima sesión plenaria y en la práctica supondrá que el Ayuntamiento ya no girará ningún cobro por la ocupación de vía pública en estos casos y además se devolverá la parte correspondiente si algún comerciante o empresario hubiera abonado ya parte de estas tasas. Esta medida será de aplicación hasta el 31 de diciembre, aunque Benlloch asegura que estudiarán «la posibilidad de prorrogarla en el 2021 en función de la evolución de la situación económica de Vila-real».