Las labores de rehabilitación de la Torre Motxa, vestigio de la muralla medieval y uno de los elementos más significativos del patrimonio de Vila-real, al estar declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de monumento, arrancarán esta próxima semana. El Ayuntamiento ha adjudicado los trabajos con una inversión de 47.678 euros, IVA incluido, a la empresa local Proyvi para mejorar su estado de conservación y frenar el deterioro de la torre y los dos lienzos de muralla colindantes que se conservan.

La financiación está reservada desde el presupuesto del 2018, en el que se consignó el proyecto, cuya tramitación se ha demorado más de lo previsto por cuestiones técnicas y por la necesidad de contar con la correspondiente autorización de la Conselleria de Cultura, al tratarse de un BIC.

El concejal responsable del área de Territorio y Patrimonio, Emilio Obiol, explica que todo está listo para que las obras de rehabilitación, que tienen un plazo de ejecución de tres meses, se activen. La intervención en este conjunto se centrará en solucionar los problemas que afectan al correcto mantenimiento, tanto del baluarte como de la muralla debido al uso de materiales inadecuados, así como por las humedades del subsuelo y las escorrentías procedentes de la parte superior del monumento.

También está prevista la conservación de todos aquellos fragmentos existentes del revestimiento original y la remodelación de la zona ajardinada, con la retirada de los arbustos y elementos que impiden la completa visualización de estos restos.

VISUALIZAR ELEMENTOS AUSENTES // El proyecto incluye, asimismo, la visualización sobre el pavimento existente de parte de la muralla y el Portal de la Botera, ya desaparecidos, en la zona de la avenida Pius XII. Esta tarea se realizará siguiendo las características que de otros tramos ya señalizados en la plaza Mosén Ballester (Portal de la Sang), en la plaza Colom (Portal dels Martins) y en la calle Comunió (Portal d’Onda).