La liberalización de la autopista AP-7, en la tarde-noche del pasado 31 de diciembre, se valora muy positivamente por parte del equipo de gobierno de Vila-real, por cuanto el Gobierno central da cumplimiento a una reivindicación de los valencianos.

Sin embargo, el incremento del tráfico en esta vía rápida, en especial de vehículos pesados, también lleva acarreado un notable incremento del ruido que genera el mayor tráfico sobre el pavimento o superficie de rodadura.

Unas molestias que, en el caso de Vila-real, afectan de manera especial al vecindario de la zona residencial de la ciudad más próxima al río Millars, en su confluencia con la AP-7. De ahí que el ejecutivo local que lidera el alcalde, José Benlloch, haya decidido reclamar al Gobierno central la aplicación de medidas correctoras para reducir el impacto sonoro fruto del aumento de circulación en la autopista.

Así lo ratificó ayer a Mediterráneo el portavoz del equipo de gobierno de Vila-real, Javier Serralvo, quien insistió en «la preocupación» mostrada por el ejecutivo vila-realense por el aumento de la contaminación acústica derivada del incremento del tráfico. «Es por ello que pediremos al Gobierno de Pedro Sánchez que se apliquen las medidas que consideren oportunas para rebajar los niveles sonoros, entre las que puede incluirse la colocación de pantallas acústicas, como ya disponen otros tramos de autopistas, autovías o carreteras, a su paso por lugares habitados o en los que hay hospitales, por ejemplo».

Al respecto, Serralvo señaló que la zona más afectada por esta cuestión es la residencial anexa al cauce del Millars y más próxima a la AP-7. De atender el Ministerio de Fomento la solicitud del Ayuntamiento de Vila-real en este sentido, Serralvo destacó que «de ello también se beneficiarían los residentes en el área de masets del otro lado del río, ya en el término vecino de Almassora».

Por otra parte, la reclamación vila-realense también implicaría ventajas para el paisaje protegido del Millars --cuya superficie se extiende aguas arriba de la autopista, en concreto, hasta la Autovía de la Plana (CV-10)--, al minimizar el ruido que también afecta a la fauna existente en este espacio, en especial nutrias y aves.