La oficina de atención al ciudadano para los vecinos del PAI Madrigal será una realidad este año. Esa es la meta del consistorio y, de hecho, su creación estará incluida en el presupuesto municipal 2018 de Vila-real, que esperan aprobar antes del 10 de abril.

No será un punto de información específico para esta zona de la ciudad, ya que se incluirá en un espacio para gestionar y resolver dudas sobre el futuro Plan General, así como para explicar las subvenciones disponibles destinadas a la reindustralización.

El alcalde, José Benlloch, dejó claras las intenciones en el pasado pleno: «La queremos abrir», afirmó. Por ello, plantearán un plan de ocupación para contratar a expertos en la materia. Concretamente, el departamento contará con un ingeniero de caminos, un arquitecto, un arquitecto técnico y un administrativo.

«Serán cuatro las personas las que trabajarán en este servicio para atender a los ciudadanos durante tres años. Además, pretendemos que sirva también para recoger opiniones y propuestas sobre el PAI Madrigal, cara a buscar soluciones de futuro para su reactivación», apuntó el munícipe.

Centralizar los asuntos y especializarse en materia urbanística serán algunos de los objetivos de este demandado espacio, del que falta determinar cual será su sede física en el municipio.

REDEFINICIÓN // La exploración de vías para redefinir el programa urbanístico arrancará tras conocer los resultados de la auditoría en marcha, la cual diagnosticará la situación actual y recopilará la historia de este proyecto que arrancó en el 2000 y lleva paralizado desde hace casi 7 años.

La apuesta del Ayuntamiento es que la oficina sirva para impulsar el desarrollo de la zona, de acuerdo a criterios de sostenibilidad, eficiencia y viabilidad.

El primer edil recordó que el PAI se frenó por la desaparición de la adjudicataria, formada por Lubasa y Bancaixa, después Bankia. «Y por el sentido de responsabilidad del equipo de gobierno, que no ha querido pasar las cuotas de urbanización a los propietarios --calculan que podrían sumar 2 millones de euros--, hasta no tener la certeza absoluta de que las actuaciones previstas saldrán adelante y el patrimonio de los vecinos no se verá afectado.

CONFLICTO // La evolución del PAI Madrigal está enquistada tras sufrir múltiples vicisitudes. Actualmente, su futuro pasa por resolver el conflicto con el agente urbanizador, quien está en estado de disolución voluntaria desde el 2004, «hoy se encuentra en liquidación y camino de la extinción», recordó el edil de Territorio, Emilio Obiol, en el sesión plenaria de la semana pasada.