El Ayuntamiento de Vila-real está inmerso en estos momentos en un proceso de negociaciones con los Padres Franciscanos de la localidad, con el fin de alcanzar un acuerdo para que el consistorio alquile lo que en su día fue el Cine Condal, que forma parte de la propiedad de la orden religiosa, que incluye el convento, la iglesia y el inmueble que desde hace 37 años acoge el centro de día Lluís Alcanyís, también arrendado por la ciudad para prestar este servicio.

Según ha podido saber Mediterráneo, desde el ejecutivo local que lidera el alcalde, José Benlloch, confían en que el pacto con los franciscanos se firme en las próximas semanas para poder utilizar el edificio a partir del mes de octubre. Un uso que, en principio, sería el de almacén o depósito de material municipal.

Con todo, el convenio tendría un doble objetivo. Y es que, al margen del uso que se le dará, otro de los objetivos es incluir en el documento la rehabilitación de la fachada que da a la calle Molí, que se halla en mal estado y que forma parte del catálogo de edificios y elementos protegidos del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Unos trabajos cuyo coste ya se calculó en un informe de los técnicos del departamento de Territorio, elaborado en el 2017, y que asciende a cerca de 80.000 euros. Una cifra que podría deducirse del alquiler mensual que abonará el consistorio a los Padres Franciscanos.

Preguntado por esta ación prevista por el Ayuntamiento, el alcalde, José Benlloch, explica que «la idea es que el acuerdo tenga una duración inicial de 10 años, lo que permitiría rehabilitar la facha de forma paulatina, cuyo coste asumirá el consistorio, aunque con la condición de que los propietarios ajusten el precio del arrendamiento del inmueble».

Para el munícipe, esta sería una manera «de ayudar a los franciscanos a recuperar la pared exterior del edificio; unos trabajos cuyo coste ellos no pueden asumir». Y es que, en la actualidad, el convento únicamente esta regentado por cuatro frailes, con escasas fuentes de ingresos.

ANTECEDENTES / En este sentido. Benlloch señala que «este es un tema en el que llevamos trabajando desde hace tres años, que es cuando encargamos el informe técnico sobre el inmueble». Y recuerda que la planta superior del mismo, de 444 m², es la que tiene alquilada el Ayuntamiento para el centro Lluís Alcanyís desde 1983 y por la que abona 1.058 euros mensuales. «La planta de abajo, que es la que queremos arrendar ahora, tiene 533 m²», añade. El objetivo es redactar un contrato único, que englobe ambos espacios.