La apertura de las instalaciones de lo que muy probablemente se denominará Aquasalut --que ocuparán el espacio en el que hace unos años ejercía su actividad la empresa Aquaesport, en la avenida Alemanya-- tendrá que esperar a enero del próximo año, pese a que el Ayuntamiento tenia previsto hacerlo este otoño. Es uno de los dos proyectos --el otro es el plan piloto para instalar macrojuegos infantiles en parques públicos, que tenía -- que se aplazan hasta el próximo ejercicio del 2020, con el objetivo de reservar el dinero que se tenía que destinar a ellos al pago de parte de la deuda que mantiene el consistorio con el personal municipal por la realización de horas extra, productividad y ayudas sociales.

Así lo anunció ayer el alcalde, José Benlloch, quien pidió disculpas a los empleados municipales por la demora en el abono de estos emolumentos y cuya deuda se arrastra desde el pasado mes de noviembre y que suman cerca de medio millón de euros: unos 177.000 de extras, otros 220.000 de productividad y 25.000 en ayudas sociales al funcionariado.

En total, la cantidad que el consistorio ahorrará provisionalmente por el aplazamiento en la ejecución de ambos proyectos ronda los 170.000 euros, «con los que haremos frente a una parte de las horas extraordinarias --aproximadamente las acumuladas hasta marzo-- y las ayudas sociales», explicó el munícipe.

Benlloch hizo hincapié en que «tenemos muchas dificultades para acabar el año, fruto de tres causas principales. Por un lado, el sobrecoste en la gestión de los residuos con Reciplasa, que es de más de 600.000 euros anuales y que nos genera distorsiones en las cuentas, ya que Vila-real no tiene tasa de basuras y tenemos que recurrir a recursos ordinarios».

SALARIOS // A ello se suma, como explicó el alcalde, el hecho de que se ha incrementado el capítulo de Personal en 1,8 millones anuales, «porque hemos hecho un esfuerzo importante para cubrir plazas, especialmente en el departamento de Servicios Sociales, para dar salida al retraso en los expedientes de ayuda a la dependencia. Y a ello se suma, la actualización de los salarios».

Y, por último, el primer edil vila-realense insistió en que la tercera causa es el «gran problema que continúa afectando a Vila-real y que son los mazazos de los empastres del urbanismo del PP». En este caso, advirtió que no solo se trata de pagar las sentencias sino que «también hay que hacer frente a los intereses de demora que reclaman los propietarios con fallos a su favor y que suponen más de 300.000 euros al año.