El alcalde de Vila-real, José Benlloch, dio a conocer ayer al pleno de la corporación municipal la resolución adoptada para prorrogar el presupuesto del 2020, a causa de «las dificultades para cuadrar las cuentas del 2021», como consecuencia de las sentencias judiciales y del Jurado Provincial de Expropiación que obligan a la ciudad a pagar 12 millones de euros a propietarios a los que se les ocuparon los terrenos, especialmente en la última legislatura de ejecutivo local del PP, para acometer intervenciones urbanísticas.

«En estos momentos, los técnicos están evaluando las posibilidades que hay para asumir esas obligaciones en el presupuesto de este año», indicó Benlloch, al explicar el porqué de la prórroga.

En este sentido, el munícipe reconoció que el hecho de alargar las cuentas del 2020 «es malo para la ciudad, porque hay cerca de tres millones de euros que van a entidades sociales que prestan servicios muy importantes para la ciudadanía y que, de momento, no estarán, así como tampoco las asignaciones para acciones como el convenio con Cáritas para el nuevo albergue que la entidad construirá en el lugar que ocupaba la antigua iglesia de los Santos Evangelistas, el insectario de la cooperativa de la Caixa Rural o la rehabilitación de la sede social del Sindicato de Riegos».

OTRA SENTENCIA // Asimismo, durante la misma explicación Benlloch informó de que «esta misma mañana --por ayer--, el secretario municipal me ha informado de una nueva sentencia en nuestra contra, esta vez por las expropiaciones que en su día --en el 2008-- se realizaron para construir una ronda suroeste, que no se inició hasta que llegó el Gobierno autonómico del cambio», con el president Ximo Puig a la cabeza.

En esta ocasión, el importe que debe afrontar el consistorio vila-realense es de cerca de 146.000 euros. «Con esta, ya son cuatro las veces que hemos tenido que reformular el presupuesto para el 2021 en el último mes», aseveró el alcalde. Una cantidad a la que, según ha podido saber Mediterráneo, seguirán otras derivadas de las disconformidades planteadas por los propietarios respecto a la valoración de esas tierras realizada por el ejecutivo de aquel momento, liderado entonces por el alcalde popular, Manuel Vilanova.

A FINALES DE AÑO // Fue en los últimos días del mes de diciembre cuando el Ayuntamiento de Vila-real tuvo conocimiento de una docena de resoluciones del Jurado de Expropiación y una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV), «a causa de la nefasta gestión urbanística del último gobierno del PP en la ciudad», por un valor total de 12,5 millones de euros y que, como afirmó Benlloch, «vuelven a dar un mazazo a las cuentas municipales, bloqueando una vez más los presupuestos previstos para el 2021» que, en principio, ascendían a un total de 47,7 millones.

Unos fallos que, como explicó el alcalde, «condicionan la aprobación de las cuentas del próximo ejercicio». El objetivo, reiteró Benlloch ayer, es contar lo más pronto posible con un presupuesto para el 2021, pero evitó dar fechas.

RESPALDO A LA HOSTELERÍA

Por otra parte, el pleno aprobó por unanimidad una declaración institucional para mostrar el apoyo de todos los grupos municipales a los establecimientos de hostelería y ocio de la ciudad, como uno de los principales sectores afectados por las restricciones de Gobierno y Generalitat para frenar el avance de la pandemia del covid-19. La aprobación de esta declaración cumple con uno de los compromisos adquiridos por el alcalde, José Benlloch, y los partidos políticos en la reunión del pasado 21 de enero con representantes de la hostelería y el ocio de la localidad.

En el documento aprobado en la sesión plenaria se reconoce el compromiso del sector y «su esfuerzo para hacer de sus establecimientos el espacio más seguro posible». Asimismo, el consistorio se compromete a «trabajar de manera conjunta para buscar soluciones que ayuden a paliar, en la medida de las posibilidades y competencias del Ayuntamiento, la crisis que sufren los sectores de la hostelería y ocio», siempre en el marco del pacto local por el Renaixement de Vila-real.

Y se recuerda que «desde el Ayuntamiento hemos entendido desde el primer momento las dificultades a las cuales estaban sometidos estos sectores, por ello, hemos revocado la ordenanza de ocupación de vía pública, ampliado la ocupación de las terrazas para poder facilitar el trabajo en espacios al aire libre, y hemos hecho campañas de dinamización y de concienciación».

Además, se destaca la colaboración continua y el trabajo conjunto de todos los grupos locales para «consensuar medidas para ayudar aquellos que más sufren esta crisis económica derivada de la pandemia que afecta a todo el mundo».

Asimismo, la corporación apoyó de forma unánime la modificación de créditos necesaria para crear la línea de ayudas directas al ocio nocturno, dotada con 50.000 euros, que se transformará en forma de subvenciones a establecimientos como discotecas, pubs o salas de baile.