El alcalde de Vila-real, José Benlloch, ha anunciado su decisión de prorrogar los presupuestos del 2017, ante la dificultad de “cuadrar los números, a causa de los 4,3 millones de euros que tenemos que pagar sí o sí derivados todavía de la política urbanística del anterior equipo de gobierno del PP”. Una cifra que corresponde a las decisiones tomadas en enero y febrero por el Jurado de Expropiación de Castellón como consecuencia de las reclamaciones presentadas por propietarios de terrenos ocupados para la realización de obra pública.

Con todo, Benlloch confía en poder aprobar el presupuesto del 2018 “en febrero o marzo”, de manera que, por el momento, las únicas inversiones que se acometerán serán las que están pendientes de finalizar del presente ejercicio.

“La situación económica del Ayuntamiento de Vila-real es muy delicada, especialmente por las continuas sentencias urbanísticas que nos llegan y que descuadran cualquier presupuesto, por lo que pensamos que la única decisión responsable ahora mismo es prorrogar las cuentas del 2017”, asegura el munícipe, quien reitera la negativa del ejecutivo local de subir los impuestos.