Una brigada permanente, integrada por cuatro o cinco operarios y que se nutre con el programa dirigido a mitigar el paro agrario en la temporada estival, se encargará de reforzar la limpieza en el paraje del Termet, el pulmón verde por excelencia de Vila-real, después de que una empresa local de jardinería haya adecentado este espacio natural en los últimos meses. Unos trabajos que permitieron eliminar o reducir la abundante vegetación que cubría el suelo de la superficie del pinar.

El anuncio lo realizó ayer el concejal de Servicios Públicos, Francisco Valverde, quien explicó que la brigada tomará forma tras la incorporación de las 37 personas desempleadas procedentes del sector agrario y que, seleccionados por el Servicio Público de Empleo (SEPE), prestarán sus servicios para el Ayuntamiento del 3 de agosto al 30 de septiembre. El programa tiene un presupuesto de 121.296 euros, de los que 118.087 los aporta el organismo estatal y el resto (3.208 euros), el consistorio de Vila-real.

Y es que el Termet, pese a ser uno de los espacios públicos más apreciados por los vecinos, también es de los que, especialmente tras los fines de semana, amanece con mayor suciedad. De hecho, no es extraño que las cientos de personas que realizan la ruta entre el casco urbano y el paraje encuentren esparcidos por el suelo, casi a diario, los restos de cenas y reuniones nocturnas en el enclave, pese a que el mismo dispone de numerosas papeleras, fundamentalmente en los lugares del pinar en los hay mesas instaladas.

Asimismo, tampoco es extraño ver, mezclados con la pinocha, pequeños papeles brillantes y de colores procedentes de las numerosas fiestas de cumpleaños que se celebran allí, coincidiendo con los meses más calurosos del año.

Al respecto, desde el consistorio apelan a la responsabilidad de los usuarios del Termet para evitar la suciedad que genera el ser humano en este enclave.

LAS LABORES / De esta forma, los trabajadores agrícolas que refuerzan Servicios Públicos (32 operarios y cinco capataces) también llevarán a cabo, además del mantenimiento del entorno de la ermita de la Mare de Déu de Gràcia, el desbroce de los márgenes y cruces de los caminos rurales, así como la limpieza de barrancos, en un intento por minimizar los efectos de lluvias torrenciales que puedan darse, especialmente, al final del verano y en otoño.

En el área urbana, los trabajadores se encargarán de adecentar y retirar la vegetación que crece en los alcorques de los árboles, a la vez que también incluyen en el programa la adecuación del entorno del Molí la Vila, para recrear un barranco mediterráneo.