El Ayuntamiento de Vila-real, a través de la Concejalía de Economía, ultima una serie de medidas que permitan que el Mercat Central de Vila-real no se acabe muriendo por falta de clientes y por la reducción paulatina de los puestos de venta. Y es que, en la actualidad, solo cinco de las 12 paradas disponibles están en funcionamiento, después de que en los últimos años algunos comerciantes hayan abandonado la actividad o se hayan jubilado.

En concreto, el edil del área, Xus Madrigal, aboga por «cambiar la mecánica del Mercat Central, porque queremos que este siga siendo un punto de referencia del comercio de la ciudad»; aunque reconoce que «es un espacio histórico de Vila-real que ahora mismo está en horas bajas».

La principal de las medidas, como ya adelantó Mediterráneo el pasado 27 de agosto, es la conversión de este recinto en un gastro-mercado, un concepto que está en boga y en algunas ciudades es un atractivo turístico más. Además, permite compatibilizar los usos tradicionales de venta de productos de consumo con la oferta lúdica. Para ello, la nueva plica que prepara la delegación de Economía incluye la licitación de una cafetería en el interior del edificio, con salida directa a la plaza que quedó tras el derribo de los antiguos juzgados, donde su ubicará una terraza.

Con todo, y aunque se saque a concurso la cafetería, el edil Madrigal asegura que también hay algunos establecimientos hoteleros que «se muestran abiertos a participar en la iniciativa, de manera que podrán cocinar a los clientes del Mercat Central productos frescos adquiridos allí». Y añade: «Queremos fomentar la capacidad de reinventarse de un espacio comercial histórico, lo que permitirá generar una nueva economía más sostenible».

Licitación

El máximo responsable en materia económica de Vila-real anuncia que «mi intención es que los siete puestos que ahora están vacantes estén operativos para la campaña de Navidad». En este sentido, hace hincapié en que «hay gente que ha mostrado su interés por abrir uno de los negocios ahora vacíos», a la vez que apuesta por que los proyectos vayan en la línea de ofrecer «no solo productos de calidad, sino aquellos que sean diferenciados y exclusivos». Y es que las nuevas tendencias en alimentación, especialmente entre los jóvenes, van en la línea de consumir alimentos, frescos o elaborados, que sean sostenibles y ecológicos.