El Ayuntamiento de Vila-real, a través del Servei Municipal d’Esports (SME), acomete en estos momentos una importante actuación para mejorar los sistema de impulsión y depuración de la piscina cubierta Yurema Requena que, pese a haberse realizado mejoras puntuales en otros momentos, todavía seguían siendo los mismos que los originales con los que se puso en marcha la instalación en el año 1992.
En concreto, y según apuntan fuentes del SME a este rotativo, la intervención supone una inversión de algo más de 40.000 euros y pretende «dar solución, entre otras cosas, a un problema ya viejo de depuración del agua de la piscina, derivado del cuarto de siglo de antigüedad de un sistema que ya tenía que cambiarse para prestar el servicio a los ciudadanos con todas las garantías y con las condiciones higiénicas que siempre son necesarias».
De esta forma, los operarios han trabajado durante toda la semana en el saneamiento de la sala de máquinas, así como en la sustitución de las canalizaciones que abastecen a la instalación que, «al levantar el suelo se comprobó que estaban muy deterioradas». Asimismo, se aprovecha que ha tenido que vaciarse el vaso de la piscina «para cambiar algunas de las piezas cerámicas del recubrimiento del mismo que estaban rotas o muy anticuadas», explican las mismas fuentes.
CIERRE // Una intervención que obligó a cerrar la infraestructura, a causa de la importancia de los trabajos a realizar, aprovechando el período de la Semana Santa y los días posteriores hasta Sant Vicent. Un cierre temporal por mantenimiento que ha llevado a derivar a los usuarios habituales de la Yurema Requena hasta el recinto del centro de tecnificación deportiva, para el que se ha ampliado el horario, de manera que la instalación abre a las 6.40 y cierra en torno a la medianoche.
En cualquier caso, las previsiones del Servei Municipal d’Esports es que mañana o, a muy tardar en algún día más, vuelva a abrirse al público la que fue la primera piscina cubierta de Vila-real, con un sistema de depuración e impulsión renovado «que aportará un estado mejorado a esta infraestructura», señalan.
En este sentido, el concejal de Deportes, Javier Serralvo, hace hincapié en «la necesidad de cerrar por unos días la infraestructura, dada la complejidad de los trabajos a realizar y aprovechando que estos últimos días no había cursillos de natación y desciende la cifra de usuarios».
