La corporación municipal y las entidades religiosas de la localidad participaron ayer, un año más, en la fiesta de la Puríssima del Poble dedicada a la patrona de España, la Inmaculada Concepción de María. Una festividad en la que el Ayuntamiento fue el encargado de invitar a todas las entidades religiosas que existen en la ciudad, así como a los representantes de todas las parroquias, en torno a una ceremonia que se recuperó hace unos años a instancia de los colectivos de fieles.

El hecho de que la Congregación de Hijas de María Inmaculada celebre hoy, domingo, su fiesta principal llevó a adelantar ayer este acto, con el objetivo de que pudieran tener cabida todas las actividades sacras. Así pues, toda la programación prevista tuvo lugar en horario vespertina. Antes de las 18.30 horas, la comitiva social se congregó en la capilla del Cristo del Hospital, espacio que ha ocupado la imagen --de más de un siglo de antigüedad y obra del artista valenciano Antonio Yerro -- durante los días previos llegada de la basílica de Sant Pasqual, residencia durante el resto del año. Desde allí, en procesión, se dirigieron hacia el ayuntamiento, donde se sumó al desfile la corporación municipal encabezada por el alcalde, José Benlloch. Sobre las 19.00 horas dio comienzo la misa en la iglesia arciprestal, a la que siguió una procesión claustral. Una vez finalizada, la venerada imagen fue retornada a basílica del patrón.

Una de las peculiaridades es que esta festividad aglutina a todos los entes vinculados a la religión de la ciudad que acuden con sus escapularios o elementos representativos. Además, portadores de cofradías, congregaciones o asociaciones, así como de las imágenes las de Sant Pasqual y la Mare de Déu de Gràcia, se relevaron para llevar la imagen.