El Ayuntamiento de Vila-real, a través de la Concejalía de Innovación y Nuevas Tecnologías, pone en marcha un programa piloto para facilitar el trabajo de los servicios de emergencias a la hora de acudir a alguno de los masets, ubicados en la zona del Madrigal pendiente de urbanizar y que, por tanto, carece de calles y números de vivienda.

En concreto, la delegación que encabeza la edila Mónica Mañas ideó un sistema de identificación de entradores de los caminos de esta área, de forma que ya se han instalado unas 70 piezas cerámicas en los accesos de vías rurales como Cuquello, Vell de Vila-real a Onda y Fornets, en este caso hasta el río Millars. Un proyecto que lleva a cabo una empresa local.

El sistema se traduce en un más fácil acceso, en caso de necesidad, a servicios de emergencias como bomberos o ambulancias y también permite a los residentes en masets de esta zona utilizar servicios de mensajería o, incluso, pedir comida preparada y que los repartidores encuentren el lugar.

«Elaboramos una base de datos de todos los caminos y entradores, en los que también se detalla la amplitud de los mismos, para determinar si, por ejemplo, puede acceder una ambulancia; y después pensamos en realizar azulejos con impresión digital cerámica, en los que, además de unas naranjas de decoración, se incluye la identificación del acceso», explica la concejala Mañas.

Cada una de las piezas se coloca a una altura de un metro, «para que esté, más o menos, en una posición que los faros de un vehículo puedan iluminar con facilidad, algo especialmente importante si es de noche», detalla y añade que cabe la posibilidad de la colocación de un código QR tras esta primera prueba.