La ciudad de Vila-real suma en torno a 4.800 viviendas vacías y sin uso. Así se desprende del informe que acompaña el documento que recoge la estrategia de Vila-real para los próximos años en materia de desarrollo sostenible y para la que se pretende lograr la subvención necesaria de la Unión Europea para hacerla realidad.

La cifra representa el 17,83% del parque inmobiliario vila-realense, que es de 26.655. Un porcentaje que está casi cuatro puntos por encima de la media de España, aunque figura muy lejos de los que se dan, incluso, en municipios muchos más pequeños que, de alguna manera, fueron víctimas del desplome del boom inmobiliario. Es el caso, por ejemplo, de Yebes (Guadalajara), que con poco más de 2.500 habitantes acumula cerca de un 60% de casas y pisos sin ocupar; o también el de Xilxes, mucho más próximo y ya en Castellón, que cuenta con un 45% de inmuebles que no se encuentran habitados.

Una cantidad que el informe en cuestión, elaborado para el Ayuntamiento, califica de “alto”, a la vez que se destaca que una de las características del municipio, “en contraposición a la tendencia en la Comunitat Valenciana, es el elevado número de viviendas secundarias, que llega al 7,3% del total, es decir, unas 2.000.

ESTADO GENERAL // El documento que fundamenta la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integral 2015-2020 también abunda en el estado en el que se encuentra el parque inmobiliario. Aquí se destaca que hay 141 viviendas en estado ruinoso y 301 tienen una mala conservación. Y llama la atención que sean cerca de 1.800 las construcciones que tienen una condición “deficiente” y que estas fueran levantadas, en su mayoría, entre los años 1969 y 1980, coincidiendo con el auge de la industria azulejera y el consiguiente flujo migratorio de personas que llegaron a la ciudad procedentes de otras zonas.

Precisamente, a este periodo corresponde el 75% de la bolsa de inmuebles vila-realense, mientras que solo un 10% es anterior a 1960 y el 13,9% es de nueva ejecución, con edificios levantados a partir del ejercicio 2001.

La gran cifra de casas que pueden ser objeto de obras ha llevado al alcalde, José Benlloch, a plantear la rehabilitación como curso para el taller de empleo. H