Con el objetivo de ganar en proximidad y evitar más situaciones como la producida en la avenida França, donde hubieron quejas vecinales que obligaron a trasladar el parque canino, el Ayuntamiento redoblará su apuesta por los espacios de proximidad para mascotas. Así, hasta el final de la legislatura, la Concejalía de Servicios Públicos prevé construir diez zonas para perros aprovechando el nuevo plan de mejora de jardines públicos.

“Tras la experiencia piloto del barrio del Pilar, que un año después podemos decir que ha dado unos excelentes resultados, hemos decidido dar continuidad a este modelo de proximidad, que consiste en construir pequeños espacios separados del resto de usuarios del jardín”, explicó el concejal del área, Francisco Valverde. Esta apuesta contó con el beneplácito de la asociación de vecinos del barrio, en un modus operandi que se repetirá en futuras actuaciones y que, según el edil, “permite una mayor eficiencia en la limpieza por las reducidas dimensiones del recinto”.

En la actualidad, el consistorio trabaja en la renovación integral del parque del pabellón Melilla, que también incluye su zona de mascotas vallada y separada de los juegos infantiles. Valverde avanzó que “es muy probable que la próxima remodelación sea en el jardín de las Dominicas”, situado junto a la nueva biblioteca.

MÁS PARQUES // Según el responsable de Servicios Públicos, la voluntad del consistorio es seguir con esta línea de trabajo, e inaugurar “dos o tres parques caninos cada año, de manera que a final de legislatura estemos hablando de unos diez nuevos lugares donde los vila-realenses puedan llevar a sus mascotas en buena convivencia con el resto de los usuarios”.

De hecho, se trata de un servicio muy demandado por los vecinos de la ciudad que tienen animales en sus domicilios, ya que la falta de espacios ha provocado en algún momento “aglomeración” en los emplazamientos existentes.

La apuesta de Vila-real por este modelo se explica por los problemas que la Concejalía de Proximidad ha tenido con los ciudadanos que residen cerca del parque canino de la avenida França, que en numerosas ocasiones mostraron su descontento con el ruido y los olores que se generaban. Finalmente, la edila del área, Sabina Escrig, apostó por buscar un nuevo sitio en la avenida Grecia, más alejado de las viviendas.

En este sentido, desde el ejecutivo local tienen la convicción de que aumentando el número de espacios y puliendo algunos detalles se puede acabar con las molestias a los vecinos, “al tiempo que se ofrece un servicio próximo y de calidad a los vila-realenses que tienen mascotas y necesitan sitios para pasearlos”. H