La empresa Gimecons es la mejor valorada por los técnicos municipales para que acometa el proyecto de adecuación y mejora del entorno y aparcamiento de la plaza Colom, junto al Mercat Central, surgida tras el derribo de los antiguos juzgados. Así consta en el informe que ha realizado el personal, teniendo en cuenta que esta mercantil ha aportado una serie de mejoras a la actuación que superan los 6.000 euros y que se sumarían a los cerca de 90.000 con que salió a licitación la intervención. Este es un espacio que, según apuntan desde el Ayuntamiento, se pretende reformar para aumentar las plazas del párking subterráneo y facilitar el estacionamiento de los vehículos de ciudadanos que acceden a esta céntrica zona sobre todo para realizar sus compras.

El momento en el que actualmente se encuentra el proceso de adjudicación del proyecto, a falta únicamente de la formalización del mismo por parte de la mesa de contratación, permite al concejal de Territorio de Vila-real, Emilio Obiol, confiar en que los trabajos arranquen antes de que finalice el año, lo que posibilitaría que la remodelación de este recinto estuviera culminada para las fiestas de Semana Santa.

Como ya indicara Obiol en su día, la intervención también incluye la semipeatonalización del entorno de la plaza Colom --en concreto, el área comprendida entre la entrada al aparcamiento por la calle Ermita, hasta el inicio de la calle Juan Pablo II--, así como «la adaptación del aparcamiento a los estándares actuales, modificando la señalización y numeración de las plazas, rectificando la iluminación y reparando las partes deterioradas por el uso y el paso del tiempo».

DE ROTACIÓN // La intención del ejecutivo local que lidera el socialista José Benlloch es dejar el párking «en perfectas condiciones para hacer posible su uso en rotación, con el fin de dinamizar el centro de la ciudad y facilitar el aparcamiento a los vecinos». Una rotación que deberá determinarse desde los departamentos técnicos del consistorio, si bien todo indica que su utilización será gratuita, aunque limitada en el tiempo, con la finalidad de que sea aprovechado por el mayor número de usuarios posible.

Para Obiol, la relevancia de esta actuación estriba en la necesidad de «seguir poniendo en valor este enclave urbano», en el que se encuentra la iglesia arciprestal, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), de manera que cuando el proyecto esté ejecutado se disponga de «un ágora diáfana en pleno centro de la ciudad, que puede ser un elemento dinamizador muy importante, al dar acceso a un punto neurálgico del comercio, como es el Mercat Central y estar junto a uno de los edificios más importantes del patrimonio local (la parroquia)».

El edil insiste en el origen de esta plaza, urbanizada tras la demolición de los antiguos juzgados. «Desde esa primera intervención se han logrado aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece este espacio en pleno casco antiguo», asevera.