Vila-real ultima los detalles para la jura civil de bandera que se celebrará el próximo 28 de octubre. La nueva plaza surgida del derribo del polideportivo Campió Llorens y ubicada frente al Estadio de la Cerámica -que muchos ciudadanos ya han bautizado como la plaza del Madrigal-- será el escenario de este acto, habitual a lo largo del año en puntos de España. En esta ocasión, el evento está levantando expectación por la situación política española con el proceso que se está viviendo en Cataluña.

En una primera aproximación de participantes, el subdelegado del Gobierno, David Barelles, apuntó que esperan «unos 400 jurandos y alrededor de 800 invitados, a los que hay sumar la fuerza militar desplegada, lo que elevará la cifra a unas 1.200 personas».

En cuanto a las medidas que se tomarán para garantizar la seguridad de los asistentes al evento y de los espectadores, el subdelegado concretó que se tratará de un dispositivo similar al que se pone en marcha entre el Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local cuando hay partidos de fútbol, «con la única diferencia de que en los encuentros deportivos hay acceso libre de ciudadanos a pie, mientras que para este acto se requerirá la correspondiente acreditación, ya que el espacio se acotará con unas vallas».