El pleno del Ayuntamiento de Vila-real, en sesión extraordinaria y urgente, ha aprobado -con los votos favorables del PSPV-PSOE y Compromís, y la abstención de PP y Ciudadanos- la contratación de un préstamo de casi 4,9 millones de euros para, fundamentalmente, saldar la deuda urbanística estimada por el Jurado Provincial de Expropiación que, como ha indicado el alcalde, José Benlloch, "es consecuencia, en su gran mayoría, de la nefasta gestión del urbanismo" que llevaron a cabo lo anteriores ejecutivos locales del PP. Pese a que los grupos de la oposición no han entrado en el debate, estos sí que aprovecharon para arremeter contra el equipo de gobierno liderado por Benlloch por esta cuestión durante el turno de explicacción de voto.

Por otra parte, el pleno también ha aprobado la "congelaión" del importe del recibo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) para el presente ejercicio, de manera que, como ha explicado la concejala de Hacienda, Sabina Escrig, los ciudadanos "pagarán la misma cantidad que en el 2017" por este concepto.