La zona este de la ciudad sigue siendo, a pesar de las medidas que, a modo de parche, se han ido tomando en los últimos años, la que acumula la mayor parte de la problemática de inundaciones cuando se producen fuertes precipitaciones en pocas horas.

En concreto, la mayor problemática se concentra en los lugares en los que la avenida França se encuentran con las calles Cedre, Ausiàs March, Passeig de l’Estació y Borriana; así como en las intersecciones de La Mura con Josep Ramon Batalla, Francesc Tàrrega con Ignasi Vergara y Pius XII con Itàlia. Asimismo, estas inundaciones puntuales también causan estragos en los cruces del Camí les Voltes con el de Carinyena y a la avenida Bèlgica.

Se trata de situaciones que ya son históricas y a las que el consistorio ha ido aplicando intervenciones que no evitan las inundaciones cuando llueve mucho en pocas horas, pero que, como aseguran desde el consistorio, «permiten acortar los tiempos de evacuación de las aguas acumuladas una vez para de llover».

Son unos puntos negros a los que, en los últimos meses, se ha sumado el que afecta al entorno de la plaza del Llaurador, básicamente en la confluencia de las calles Ermita y Calvari, donde con precipitaciones de solo 10 litros por metro cuadrado se desbordó en dos ocasiones el alcantarillado. En este caso, todo indica que alguna obra realizada para conducciones eléctricas, de comunicaciones o de agua obstaculiza parte de la tubería del alcantarillado. En cualquier caso, serán las catas que se acometerán en las próximas jornadas las que deberán determinar el origen del la obstrucción de la red.

Desde el departamento de Servicios Públicos explican que estas zonas se ubican en lugares «en los que las principales tuberías de saneamiento no son capaces de admitir el agua que les llega de colectores secundarios o de los imbornales, por cuanto su capacidad es insuficiente para evacuar el caudal que les llega». Y apuntan que la solución definitiva pasaría por instalar canalizaciones de mayor diámetro.

MANTENIMIENTO // Desde el área de Servicios Públicos de Vila-real aseguran que, de manera especial en los puntos conflictivos del alcantarillado de la ciudad, «se efectúa un mantenimiento preventivo de limpieza de pozos e imbornales, para facilitar la evacuación de las aguas pluviales». Y añaden que estas labores, «junto a pequeñas obras que se han realizado en diversos puntos, están funcionando muy bien en diferentes episodios de precipitaciones intensas». Resaltan que a ello se suma «la limpieza de cunetas y arcenes en los accesos a la ciudad o del Barranquet con el cruce de la vía, para facilitar la circulación del agua de lluvia y su desagüe».