El Villarreal escenificó en el cierre de la primera vuelta de LaLiga la tragedia griega que ha estado protagonizando desde el inicio de temporada. Ante el Getafe no faltaron las habituales facilidades defensivas; por supuesto, en el guión se incluyeron escenas de buen juego adornadas con falta de efectividad, también los tintes de mala fortuna que han salpicado al equipo en estos primeros 19 partidos.

Y, para rematar, un final acorde con los grandes dramas: reacción épica —tres palos consecutivos—, esperanzas —penalti fallado— y muerte final.

‘SÍ, SE PUEDE’

Pero en el seno amarillo se cree en que la permanencia se logrará y se apela al Sí, se puede. La peor primera vuelta de su historia obligará al Villarreal a prácticamente tener que doblar la cosecha de puntos de esta primera parte de la Liga. La campaña 2011/12, la del último descenso y que cada vez se asemeja más a la actual, era la peor hasta ahora hasta el ecuador de la competición: 19 puntos. Los 17 de ahora superan cualquier otro registro negativo. El Submarino suma siete puntos menos que el primer descenso (1998/1999) y prácticamente la mitad de lo acostumbrado desde el último regreso a Primera, en las que el conjunto groguet no bajó de los 31 puntos —en las dos últimas campañas—.

19 FINALES

Tildar de finales los 19 encuentros de la segunda vuelta ya no es una hipérbole, sino el reflejo de la situación en la que se ha metido el equipo, penúltimo y a cuatro puntos de la permanencia. La segunda vuelta se iniciará con otro partido dramático en La Cerámica, que deberá redoblar su esfuerzo al lado del equipo para no complicar aun más el duro reto que queda por delante hasta el 19 de mayo. Dejar escapar con vida al Athletic Club de Bilbao el próximo domingo sería dar demasiadas facilidades. Los escasos márgenes en los que se mueven los equipos de la zona baja no dejan nada imposible. Pero mucho debe mejorar el Villarreal, sobre todo en su propia casa.

Una victoria en toda una vuelta es sinónimo de ser carne de Segunda. Por blindar La Cerámica debe comenzar el camino hacia la salvación, ya el único objetivo.

De aquí al final, a LaLiga solo le resta un parón más (24 de marzo) al que los de Luis García deberán intentar llegar con un panorama más despejado para evitar agobios y amagos de infarto. Después, LaLiga ya no dará tregua. Ocho semanas seguidas, con dos de ellas de doble jornada.

Entre la prioridad liguera, Copa del Rey y Europa League. El miércoles se conocerá el futuro de la primera. La segunda, con la eliminatoria ante el Sporting de Lisboa en la segunda parte de febrero, puede convertirse más en una incómoda molestia que en una ilusión si el Villarreal llega a la misma todavía dentro de la zona de peligro. Pero en el seno amarillo creen: Sí, se puede.