Con más de 300 partidos jugados como futbolista profesional, y una trayectoria como entrenador labrada desde la base del Villarreal hasta el primer equipo, se puede decir que a Calleja poco le quedaba por aprender en el mundo del fútbol cuando fue despedido del club de sus amores hace poco más de dos meses. Craso error. Él mismo reconoce que esta experiencia, y en concreto los 50 días que ha vivido alejado del club, le han curtido como entrenador y como persona. «No solo he aprendido más que como entrenador, sino que en todos mis 40 años anteriores y como futbolista. Me ha fortalecido y hecho más duro estos días fuera, que todo lo vivido anteriormente», asegura el técnico.

Al igual que tras unas semanas de asueto, un trabajador puede sufrir el llamado síndrome postvacacional, en el mundo del fútbol cuando un entrenador es destituido puede padecer el bautizado como síndrome del exentrenador, que básicamente consta de responsabilizar de todos los errores posibles al técnico saliente. Reconoce Calleja, como en su día le pasaría por ejemplo a Ernesto Valverde cuando salió del Villarreal, que algo de cierto hay en este síndrome: «Cuando estás metido en esto sabes cómo funciona todo. De esta situación sales más fuerte y te enseña a diferenciar quién está contigo, y te respeta, y quién no. No es una cuestión de críticas, porque yo las asumo y las acepto, es más bien respeto. Distingues en quien se arrima cuando le conviene de quien te aprecia».

Endurecido a la fuerza

Por todo ello considera el encargado de hacer reflotar al Submarino en las turbulentas aguas de La Liga que su última experiencia es la que más le ha marcado en su carrera: «No solo he aprendido más que como entrenador, sino que en todos mis 40 años anteriores y como futbolista. Me ha fortalecido y hecho más duro estos días fuera que todo lo vivido anteriormente».

Es por ello que añade Javi Calleja que su versión actual es bien diferente a la de su anterior etapa en el conjunto amarillo: «Vuelvo y no soy el mismo. De lo que he aprendido y de la autocrítica que he hecho, tomo soluciones. No voy a tomar decisión en contra de nadie, ni rencorosas, porque sería ir en contra del club y de mí mismo. Si regreso es sabiendo quién está dentro y con la lección aprendida. Todo lo que haga será con la idea de encontrar soluciones». Que tenga suerte, pues su suerte vuelve a ser hoy la del Villarreal.