Javier Calleja cumple hoy un año al frente del banquillo del Villarreal, un aniversario que llega en vísperas del que será el 50º partido oficial del técnico madrileño con el primer equipo groguet, la visita de mañana a San Mamés con la necesidad de lograr un resultado positivo que mitigue los problemas por los que está atravesando el equipo en la Liga, en la que no ha conseguido arrancar por culpa, sobre todo, de las malas estadísticas en el Estadio de la Cerámica, donde al Submarino se le resiste todavía la primera victoria de la temporada en el que es el peor arranque como local en la historia del club amarillo en Primera, con un solo punto, el sumado el pasado domingo en el derbi ante el Valencia. Una racha peor que las de las temporadas 2009/2010, 2003/2004 y 2014/2015, en las que el Villarreal comenzó la Liga con dos —en la primera de las campañas citadas— y tres puntos, respectivamente.

A pesar de las dificultades del presente ejercicio, los números de Calleja en estos sus primeros 12 meses en Primera División arrojan un balance positivo en líneas generales, tanto en lo que se refiere a la productividad como a los objetivos cumplidos, ya que el técnico consiguió sacar adelante en su primera campaña el reto de dejar de nuevo al Submarino en las plazas de competición continental. En cuanto a los números puros y duros, Calleja suma casi el 43% de victorias en los 49 encuentros oficiales en los que ha estado al mando del equipo.

LA MEJOR VERSIÓN, EN LA LIGA

Esas buenas cifras se han forjado sobre todo en la Liga, en la que el equipo del madrileño ha conseguido llevarse más del 50% de los puntos en juego (59 de 111 posibles). La etapa de Calleja flojea, en cambio, en las otras dos competiciones en las que ha dirigido a los amarillos desde que el 25 de septiembre del pasado año fuera confirmado como relevo de Fran Escribá, con las única experiencia en el fútbol sénior de un puñado de jornadas al frente del filial de Segunda División B. En la Copa del Rey, el balance no ha pasado de una eliminatoria superada ante un rival de la categoría de bronce, la Ponferradina —cayó posteriormente en octavos de final del torneo ante el Leganés—, mientras que en la Europa League —competición en la que debutó dos días después de su presentación— Calleja tampoco pudo superar, en la pasada edición, su primer examen a doble partido, cayendo ante el Olympique de Lyón a las primeras de cambio tras una discreto papel en la liguilla que se saldó con la segunda plaza de grupo.

El inicio de la presente temporada está marcando el momento más complicado para el entrenador del Villarreal, que está teniendo problemas para equilibrar un equipo que no está reflejando con resultados el esfuerzo económico realizado por la entidad amarilla este verano, con la llegada de los que son, hasta la fecha, los fichajes más caros en la historia del club vila-realense: Gerard Moreno (20 millones de euros) y Toko Ekambi (18).

EL HÁNDICAP DE LAS LESIONES

A las dudas sobre un sistema que Calleja no logra hacer funcionar —el rombo de las primeras jornadas ha dado paso a un 4-4-2 con doble pivote— se ha unido el problemas de las lesiones, que están mediatizando los planes del entrenador en un centro del campo en el que se ha visto obligado a experimentar diferentes fórmulas para superar las bajas de Cáseres, el más destacado en las tres primeras jornadas de Liga, el capitán Bruno y Javi Fuego en la zona central de la medular.

Una victoria mañana en San Mamés aparece como el mejor regalo de cumpleaños posible para un Javier Calleja que necesita con urgencia resultados positivos para disipar las dudas.