Sergio Asenjo es ya el portero que más veces ha defendido la portería del Villarreal CF en la élite. El guardameta palentino, que se unió a la disciplina amarilla en el 2013, ha demostrado ser un seguro bajo palos para el conjunto villarrealense y, tras completar el encuentro del pasado viernes contra el Celta de Vigo en Balaídos, ha vuelto a escribir su nombre con letras de oro en la historia del club amarillo.

Ese encuentro fue el número 231 para el portero del Submarino, quien superaba a Diego López (230) en esta particular clasificación de porteros con más partidos. «Llegué al club en el verano del 2013 y nunca me hubiera imaginado llegar a esta cifra. En estos ocho años ha habido momentos complicados, donde el club me ha respaldado increíblemente, y estaré eternamente agradecido y ojalá pueda firmar muchos partidos más», confesó.

Los 231 partidos oficiales en los que ha defendido la portería amarilla se reparten en 204 partidos de LaLiga, 16 de Europa League, nueve de Copa del Rey y dos de Champions League. Contra el Celta se dieron todos los condicionantes para que Asenjo acabara el encuentro de los más felices. «Logramos la victoria, mantuvimos la portería a cero y, además, superé a Diego López. Estoy encantado de estar en el Villarreal y ojalá sean muchos años más y pueda seguir disfrutando del fútbol como he hecho desde el primer día», dijo el meta de Palencia, para quien el Submarino está haciendo méritos de sobre esta temporada para cerrar un gran año deportivo.

«Todos estamos convencidos de hacer un gran año y el club ha hecho un gran esfuerzo por hacer una plantilla muy competitiva. Estamos todos a un buen nivel, competimos cada partido aunque luego salgan las cosas bien o regular, pero siempre estamos ahí», apostilló el futbolista.

A sus 31 años, el portero internacional español, que llegó al Villarreal procedente del Atlético de Madrid en la temporada 2013-14, se ha erigido en toda una leyenda para el club que preside Fernando Roig y, además, ha sido un ejemplo de superación para todo el mundo del fútbol tras superar varias lesiones de gravedad que nunca le hicieron perder la sonrisa.