El Villarreal toma impulso, casi, casi definitivo, en pos de sellar, por quinta temporada consecutiva, su presencia en Europa. Los amarillos, inalcanzables ya para el Celta, golearon en un partido vistoso (4-1), con mil ocasiones para los dos equipos, desnivelado por Bacca, autor de un triplete de récord (firmado en 37 minutos) frente a un adversario que aceptó el desnudo intercambio de golpes, no tan certeros porque su principal referente ofensivo, Iago Aspas, está lesionado.

Calleja prolongó no solo el recuperado 4-2-3-1, fundamental en la reacción vigente del Submarino, sino que, incluso, el once que, otros tantos días atrás, había vencido, en el mismo escenario, al Leganés, pese a que recuperaba a Bonera y, sobre todo, a Fornals. Qué duda cabe que esto es un deporte que se decide por goles y cuando Bacca está como está, marcando en cuatro jornadas consecutivas, haciendo tres en el primer tiempo para llegar ya a la quincena solo en LaLiga, pues todo es mucho más sencillo.

Villarreal y Celta no tuvieron ni un segundo de respiro. Literalmente. Antes del medio minuto, Asenjo derribaba a Wass dentro del área, pero Alberola Rojas ni amonestó al palentino, ni señaló el punto fatídico, pues sacó la infracción fuera. La madrugadora ocasión desencorchó el duelo directo porque, poco después, Maxi Gómez, con todo a favor, a un metro y medio de la línea de gol, entregaba el remate a las manos del portero. Los amarillos, después del doble susto en el cuerpo, replicaron con un remate de Álvaro, en el primer córner, que Sergi Gómez despejó casi sin querer. ¡Y solo habían transcurrido tres minutos!

DE IDA Y VUELTA

El ritmo, lejos de decrecer, aumentó. Sergio Álvarez apareció para quitarse de encima un cabezazo excesivamente picado de Bacca. Se trataba de un partido súper entretenido, de ida y vuelta. Cada ataque era veneno puro. Las defensas flaqueaban, pero ninguna como la del Celta en la acción del 1-0. ¡Vaya empanada gallega la de Hugo Mallo y Sergi Gómez! Entre los dos, la casa sin barrer, y el colombiano apareció para ponerle el lazo al regalo en el minuto 12 y, con un dribling, deshacerse del meta celeste y abrir el marcador.

La noche seguía divertida. Los vigueses, obligados a ganar incluso antes de que el balón echase a rodar por el mojado césped del Estadio de la Cerámica, producto de la tormenta previa, más todavía con el gol. Con el eléctrico inicio y perdiendo… Asenjo respondió con dos intervenciones de mérito a los latigazos de Maxi Gómez y Pione Sisto, antes de que, incluso sin que el encuentro hubiese consumido media hora, Raba, que solo tenía que empujarla, no culminase una excelente acción de Cheryshev.

El toma y daca favoreció al Villarreal. Sisto se fabricó el empate en el minuto 33, pero Bacca, en el 34 y el 37, hizo despegar al Submarino al contraataque, primero recibiendo al límite del fuera de juego de Rodrigo y, después, haciendo buena la generosidad de Raba. El colombiano, de dulce, firmaba un hat-trick. Y aún tuvo el 4-1 acto seguido, en una jugada parecida a la del 2-1, pero esta vez se topó con Sergio Álvarez. El Celta no bajó los brazos y pudo recomponerse si le hubiesen entrado los remates de Jozabed y Wass antes del descanso. Imposible encontrar un primer tiempo tan frenético, con tantas alternativas pero que la pegada de Bacca decantó, de forma clara además, del lado groguet.

Ni el programado paso por el vestuario sosegó el encuentro. Raba, en busca de su golito que redondease la noche, volvió a no encontrar portería cuando lo tenía todo a favor. Pero es que Asenjo voló para arrancar los aplausos del público, porque la rosca de Sisto tenía toda la pinta del 3-2.

El Celta atacaba con todo y el Villarreal acumulaba llegadas para terminar con la resistencia gallega. Un partido de fútbol con mayúsculas, de los que gustan a todo el mundo menos a los entrenadores amantes de los corsés técnicos, que no es el caso ni de Calleja ni de Unzué.

BAJÓN ‘CELTIÑA’

Los celestes, obligados a un mayor desgaste, empezaron a acusar el esfuerzo. Como el Villarreal gozaba de un buen colchón, el encuentro, ahora sí, tuvo algo de pausa cuando empezó a descontar los últimos 30 minutos. Si había un equipo que parecía más cerca de modificar el 3-1, era el Villarreal. Cheryshev se encontró primero con Sergio Álvarez y después, con el poste, cazando un rechace del meta pontevedrés a remate de Enes Ünal, relevo de un jaleadísimo Bacca.

Al Celta, ya sin fuerzas, tan solo le quedó pedir otro penalti (esta vez, sin fundamento) por una mano del turco. Iago Aspas, desde la distancia, quiso dejar su huella criticando el arbitraje de Alberola Roja a través de las redes sociales. Una anécdota, más aún cuando en la última acción de la noche, Castillejo anotaba el 4-1 para poner al Villarreal en la puerta de la simbólica aduana de la Europa League.

VILLARREAL: Asenjo; Mario, Álvaro, Víctor Ruiz, Rukavina; Trigueros, Rodrigo; Castillejo, Raba, Cheryshev; y Bacca. Cambios: Fornals por Raba (min. 59), Enes Ünal por Bacca (min. 78) y Sansone por Cheryshev (min. 85).

CELTA: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Sergi Gómez, Jonny; Lobotka, Jozabed, Wass; Brais Méndez, Pione Sisto y Maxi Gómez. Cambios: Boyé por Brais Méndez (min. 68), ‘Tucu’ Hernández por Hugo Mallo (min. 74) y Emre Mor por Jozabed (min. 81).

GOLES: 1-0. Min. 12: Bacca aprovecha la pasividad de Hugo Mallo y Sergi Gómez para marcar. 1-1. Min. 33: Pione Sisto, por el palo corto. 2-1. Min. 34: Bacca fusila a Sergio Álvarez en carrera. 3-1. Min. 37: Bacca, a puerta vacía, tras el servicio de Raba. 4-1. Min. 93: Castillejo, a pase de Fornals.

ÁRBITRO: Alberola Rojas (castellano-manchego).

TARJETAS: Trigueros y Castillejo (Villarreal).

CAMPO: Estadio de la Cerámica.

ESPECTADORES: 14.135.