En un Villarreal en el que en los últimos tiempos, sobre todo desde la llegada de Javi Calleja al banquillo, se está caracterizando por dar cada vez más protagonismo a la juventud del filial —-hasta siete jugadores del Villarreal B han jugado ya esta temporada con el primer equipo-—, los de Mariano Barbosa y Daniele Bonera son dos casos atípicos. El argentino y el italiano, a sus 33 y 36 años, respectivamente, representan el resurgir de dos futbolistas que parecían afrontar el ocaso de sus carreras y que, sin embargo, han conseguido hacerse con un papel destacado en el actual Villarreal.

Para ninguno de los dos el inicio —en el caso del portero, el reinicio— de sus etapas en el equipo amarillo fue fácil. A su regreso al club que le trajo a España, procedente del Sevilla, Barbosa se tuvo que conformar con la Copa y la liguilla de la Europa League. La pasada campaña, ni eso, solo la primera eliminatoria de Copa. Bonera, por su parte, tuvo que esperar dos meses antes de que Marcelino le diera cierta bola. «Venía de estar dos meses sin equipo y, además, la exigencia de Marcelino era máxima. Me costó mucho», señalaba Bonera, cuya aportación la pasada Liga en partidos clave como el 0-0 en el Pizjuán o el triunfo en Mestalla, sumada a su ascendencia positiva en el vestuario le valieron una segunda renovación, a sus 36 años.

Barbosa cumplió el pasado verano 33. Ni en el mejor de sus deseos de aniversario podían aparecer entonces sus números esta temporada. Ante el Málaga superó su récord de partidos como titular seguidos en el Submarino, nueve, por encima de los ocho que encadenó en su primera temporada como amarillo, la 2005/2006, con Pellegrini. «Aún cuando hablo con él me dice que sus canas son culpa mía», bromeaba el guardameta en Ràdio Vila-real, recordando su querencia al riesgo en aquella época.

“PUEDO IR A MÁS”

Las lesiones de Asenjo y Andrés, dentro de lo negativo, han sacado a relucir a un Barbosa mucho más maduro y tranquilo bajo los palos, que ha sabido esperar su oportunidad «tras muchas horas en el gimnasio para compensar la falta de partidos y entrenando siempre a tope». El gran nivel del argentino evitará un relevo por decreto cuando Asenjo esté en condiciones de competir. «Todavía puedo ir a más», advierte Mariano, que se está ganando a pulso otra renovación.

El otro viejo rockero de este Submarino, Bonera, ha trasladado en los últimos encuentros de Liga su buen hacer en la Europa League, la competición en la que ha tenido más protagonismo y en la que solo se perdió los últimos 90 minutos en Praga. Habla muy bien del italiano que el Villarreal no haya encajado ni un solo gol en Liga con él en el terreno de juego, su hábitat «hasta que el cuerpo y la mente respondan».